El referéndum español III. El 20-F
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Los españoles confirmaron el giro europeísta que pretendían los socialistas un mes antes de la celebración de las elecciones generales en el quinto barómetro del Real instituto El-cano de Relaciones internacionales y Estratégicas48, de donde se desprendía la consolidación del espíritu europeísta49 de los encuestados desde los años 90. En aquel momento, la opinión favorable a la UE era del 60 por ciento, porcentaje que se incrementó hasta el 81 por ciento en el mes de febrero de 2004, cifra que se encontraba avalada por el 75 por ciento que creía que España se beneficiaba de su pertenencia a la Unión.
El siguiente barómetro del mismo instituto, realizado del 10 al 18 de mayo de 2004, revelaba que el 51% de los encuestados creía que para España "lo fundamental debe ser el avance dePage 130 la Unión Europea, aunque a veces haya que perder algo del poder o los beneficios de nuestro país", frente a un 41% que sostenía que "para España lo fundamental en Europa debe ser defender sus intereses, aunque haya enfrentamiento con otros países"50. El estudio dejaba entrever un empate entre quienes abogaban por el federalismo de la UE -un 45%- y aquellos que preferían que fuera intergubernamental -43%-, cifra esta última que difería de la obtenida en el barómetro del mes de febrero, en el que esta última opción era suscrita por un 76%. En donde sí hubo consenso en los números fue en el apartado relativo al diseño de la Unión, en el que un 21% de los encuestados defendía la necesidad de un directorio frente a una mayoría del 73% que prefería la igualdad, unos porcentajes coincidentes con los del barómetro anterior, en el que un 12 y un 80 por ciento sostenían las mismas opciones. En opinión de los encuestados, Francia, Estados Unidos y alemania eran los países más amigos de España, con un 28,5, un 16,2 y un 15,5 por ciento, respectivamente, apoyos que se vieron incrementados en los dos primeros casos desde febrero, cuando el país galo recabó el 12,7% y el germano el 5,4%, frente al descenso del norteamericano desde el 42% hasta menos de la mitad. También y a diferencia del estudio anterior, la mayoría creía probable que los Gobiernos de la UE lograran ponerse de acuerdo en 2004 sobre la Constitución Europea -un 58% frente a un 36%-, y un 68 por ciento votaría a favor del texto, seis puntos más que en febrero, frente a un 17% que lo haría en contra, en blanco o se abstendría.
El Centro de investigaciones Sociológicas publicó un mes después, el 28 de junio, un barómetro sobre la opinión de los españoles ante la UE en el que el 65,7 por ciento creía que el acuerdo sobre la Constitución Europea debería ser sometido a referéndum antes de su aprobación, si bien el 36,3 considerabaPage 131 que el tratado era "conveniente pero no importante"51. Más de la mitad de los encuestados -un 56,2%- reconoció que ni conocía ni había seguido los trabajos de la Convención para elaborar la Constitución de la UE, frente al 7,8 por ciento que dijo que sí los conocía y había seguido, y el 34,7 por ciento que conocía esos trabajos pero no los había seguido. Asimismo, la encuesta, realizada entre el 7 y el 12 de mayo, un mes antes de las elecciones europeas del 13 de junio, reflejaba que un 42,7 por ciento no veía inconveniente en reformar la Constitución española para adaptarla a la de la UE, ante un 28,1 que consideraba que "no se debería cambiar sólo por las exigencias de la Unión". En cuanto al grado de información de la opinión pública sobre los efectos de la ampliación para España y Europa, el 80,5 por ciento aseguró estar "poco o nada" informado y, más de la mitad, el 53,5 por ciento opinaba que las autoridades nacionales y comunitarias no habían explicado "lo suficiente" las consecuencias que tendría ese proceso.
El instituto de investigación de Mercados y Opinión pública Gallup52 realizó durante casi todo el mes de agosto una encuesta que hizo pública el 15 de octubre según la cual el 31,2 por ciento de los entrevistados aseguraba que no sabía lo que era la Constitución Europea; un 68,8 por ciento declaraba tener alguna noticia de ella; más de la mitad afirmaba haber oído hablar del texto, aunque un 44,3 por ciento manifestaba estar poco informado y un 12,5 nada informado. Entre quienes habían oído hablar del texto, un 56,9 por ciento se posicionaba a favor, un 22,7 ni a favor ni en contra y un 7,9 en contra. Según la encuesta de GallUp, tenían una mayor noción de la Constitución europea los hombres -72,7%- que las mujeres -34,9%-; las personas entre 35 y 54 años -74,8%- que los mayores de 65 -46,1%-; aquellos que tenían estudios medios -79,4%- oPage 132 superiores -89,6%- que quienes tenían estudios primarios completos -37,2%- o inferiores -57,3%; los entrevistados de clase media-alta y alta -90%- sobre los de clase media-baja y baja -42,7%-; y los residentes en las comunidades de Valencia y Murcia -78,8%- o Galicia y asturias -78,3%- que aquellos que vivían en andalucía y Extremadura -41,7%-.
En el mes de diciembre, el CIS y el Real instituto Elcano hicieron público53 un sondeo que volvía a concluir que los españoles respaldaban un texto que no conocían: el 84 por ciento admitía que desconocía la Constitución Europea, aunque el 55 por ciento creía que sería buena para España. Los datos reflejaban un descenso del apoyo al 'sí' en el referéndum desde el 68 por ciento del pasado junio hasta el 42 por ciento, frente a un aumento del 'no', del 3 al 6 por ciento, y del número de ciudadanos que no sabían qué harían el 20 de febrero o no lo deseaban desvelar, un porcentaje que pasó en cinco meses del 14 al 38 por ciento. Según los resultados de esta encuesta, uno de cada dos españoles desconocía la opinión de su partido sobre el tratado Constitucional y, respecto al signo político de quienes consideraban el tratado positivo para España, compartía esta opinión el 70 por ciento de los votantes del PSOE, frente al 48 por ciento de los simpatizantes del pp, cuyo porcentaje era muy similar al de los votantes de IU (44%) y de ERC (43%). Por el contrario, el 30 por ciento de los catalanes y de los vascos creía que el tratado no reconocía su identidad y su cultura, aunque la insatisfacción ascendía al 38 por ciento entre los votantes de CIU, al 46 por ciento entre los de ERC y al 51 entre los del pNV. En el caso de que triunfara el 'no',Page 133 el 40,8 por ciento de los encuestados abogaba por reorientar todo el proyecto de la UE y el 19,9 por ciento se conformaba con modificar el tratado.
Pese a todo, poco más de dos meses antes de la consulta, el número de ciudadanos que había decidido ir a votar en el referéndum del 20 de febrero aumentó hasta el 79 por ciento y prácticamente la mitad de quienes se abstuvieron en las elecciones europeas volverían a abstenerse, con una menor participación entre quienes votaron al pp
A finales de diciembre la tendencia seguía siendo la misma. El CIS publicaba otra encuesta54 que revelaba que el 42,7 por ciento de los españoles votaría a favor de la Constitución Europea en el referéndum pero que una amplia mayoría de la población (88,8%) conocía poco o nada el texto. En el anterior sondeo conjunto, los porcentajes eran de 41,6 por ciento a favor y 6 por ciento en contra de la ratificación, datos muy similares a los divulgados en este nuevo estudio en el que los partidarios del no se mantenían casi sin variación -4,1% en diciembre frente al 4% en octubre-, mientras que la abstención pasaba del 13,6 al 22,6 por ciento. También se incrementaba el número de quienes anunciaban un voto en blanco, que se situaba en el 6,9 por ciento respecto al 5,2 anterior. La razón de la abstención de un 45,5 por ciento de los encuestados era la "falta de información", seguido del 30,2 por ciento que alegaba "falta de interés" y, en menor medida, "castigar al Gobierno" (7,2%) y oponerse al tratado (6,2%). En relación al nivel de conocimiento que los españoles decían tener del tratado, un 10,1 por ciento aseguró que su información sobre el texto es "alta" o "muy alta" y un 88,8 por ciento reconoció que sabía "poco" o "nada" del texto, porcentaje que se dividía entre el 64,5 por ciento cuyo grado de conocimiento era "bajo" o "muy bajo" y el 24,3 que confesaba que era "nulo". La culpa de su escasa información sobre la Constitución europea la teníanPage 134 el "Gobierno y los partidos" para el 63,2 por ciento de los encuestados, mientras que un 32,2 por ciento reconoció falta de interés.
Un mes antes de la celebración de la consulta, los resultados seguían la misma línea que en el caso anterior. El CIS hizo público diez días antes del referéndum otro sondeo55 que reflejaba un aumento de quienes apoyarían el texto del 42,7 al 51,2 por ciento, así como de los que se opondrían del 4,1 al 5,7 por ciento. Casi la mitad de los españoles (46,3%) aseguraba que acudiría a las urnas; el voto en blanco se situaba en el 4,6 por ciento, mientras que el 16,4 se inclinaba por la abstención en caso de que el referéndum se celebrara al día siguiente de la encuesta. El sondeo incidía en el grado de información que sobre el tratado tenían los españoles. Así, del 90,9 por ciento que apenas sabía del texto constitucional, el 31,9 por ciento admitía que su conocimiento era nulo; el 38,4 por ciento confesaba que era bajo y el 20,6 decía que era muy bajo. Además, el 89,9 por ciento creía que el grado de información que tenía la sociedad española de la Constitución de la UE oscilaba entre el "bajo" y el "nulo". La responsabilidad en esta ocasión recaía, para el 53,5 por ciento, en que "el Gobierno y los partidos políticos no lo han explicado suficientemente", mientras que el 38.3 por ciento reconocía que "no le ha interesado el tema". El...
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