El referéndum español III. La campaña electoral
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La campaña política del referéndum de la Constitución Europea comenzó en la medianoche del 3 de febrero con la participación de los líderes de los partidos con representación parlamentaria nacional, que iniciarían esa noche un maratón electoral para convencer en el sentido de su voto hasta el 18 de febrero, fecha en la que concluirían las caravanas, a los 34.687.888 españoles que podrían participar en la consulta. El PSOE y el PP apoyarían el 'sí', al igual que lo harían CIU, PNV y CC, mientras que IU, ERC, BNG, Nabai, Ea y Cha pedirían a los ciudadanos que rechazaran con su voto el tratado de la Unión. Todos ellos se cruzaron referencias a la unidad de los pueblos de España y Europa, y a los valores que comparten los españoles con el resto de ciudadanos europeos de la UE, pero también debatieron sobre el plan ibarretxe, iniciativa que además sirvió tanto a PP como a PSOE para defender el 'sí' en la consulta con el argumento de que la propuesta del lehendakari no encaja en el texto europeo37.
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El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, participó en la apertura de la campaña de su partido en el teatro de la Casa de Campo de Madrid, donde defendió la Constitución Europea porque, en su opinión, una Europa fuerte y unida es lo mejor para una España unida y fuerte. Zapatero animó a votar masivamente a favor del texto porque con él se garantizan los valores de la convivencia y porque supone el 'sí' a la paz, a la cooperación con los países que menos tienen, a la solución pacífica de los conflictos y a la igualdad, y un 'no' a la pena de muerte, a la arbitrariedad y a los conflictos inútiles. Socialistas y populares coincidieron en que la Constitución Europea garantizaba que no se produciría en el futuro un retroceso en los derechos sociales de los ciudadanos europeos, aunque el presidente de los populares, Mariano Rajoy, quien abrió la campaña de su partido en la Feria de Muestras de baracaldo (Vizcaya), añadía a este argumento el de que si España respaldaba el tratado impediría que prosperaran los fines independentistas pretendidos por Juan José Ibarretxe en su plan. Por esa razón pidió el 'sí' para un texto que además reflejaba la aspiración de una Europa que ama la libertad, defiende la igualdad y el pluralismo y considera la democracia como la forma más idónea para articular su convivencia colectiva.
Los líderes de CIU, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, acompañados del ex presidente de la Generalitat Jordi pujol, abrieron su campaña en un acto que se celebró en un restaurante de barcelona, donde defendieron el 'sí' con una convicción europeísta y sin complejos. Mas, presidente de CIU, apeló al voto afirmativo después de lograr que el Ejecutivo accediera a defender el catalán en la UE, mientras que Duran Lleida, secretario general de la formación, pidió llevar a cabo unaPage 95 Campaña sin complejos. Desde el país Vasco, el PNV defendió la Constitución Europea en el acto de inicio de campaña en su sede de Sabin Etxea en bilbao cuando su presidente, Josu Jon Imaz, aseguró que es compatible con el plan Ibarretxe y afirmó que Europa no puede referirse a la soberanía de los estados a la hora de crear un espacio europeo común, como a la hora de evitar que los vascos puedan decidir el nivel de autogobierno que desean. Esta supuesta compatibilidad fue analizada por Antonio Estella, profesor titular de Derecho administrativo en la Universidad Carlos III de Madrid, para quien "la situación por la cual un territorio se escinde de un Estado miembro para luego permanecer en la UE como nuevo Estado no está regulada de forma expresa ni implícita"38 en la Constitución Europea, y por ello insta a quienes defienden la viabilidad del plan en la Unión a que "no sigan enmascarando ante los ciudadanos una realidad jurídica que hoy por hoy exige reformas fundamentales y por unanimidad" para que esta posibilidad pudiera llegar a tener efecto.
Al igual que el PNV, CC abogó por el 'sí' a un texto que recoge el mayor y mejor reconocimiento de las islas en el ámbito internacional en toda su historia, por lo que le dio su apoyo decidido y completo.
Por su parte, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, acudió a la madrileña puerta del Sol para iniciar su campaña con la tradicional pegada de carteles arropado por un centenar de militantes de IU y varias decenas de integrantes de la "plataforma por el No", que corearon consignas de "No a la Europa de los banqueros". Llamazares apostó por el 'no' al tratado de la UE que, a su juicio, consolida errores como el de seguir siendo la UE del mercado, el capital y la militarización. La localidad gerundense de Figueres (Girona) fue el escenario elegido por el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, quien pidió el 'no' para un texto que conforma un mosaicoPage 96 compuesto por piezas pequeñas y grandes en el que falta Cataluña. También los representantes del grupo mixto del BNG, Ea y Nabai abogaron por el voto en contra de la Constitución Europea. Los argumentos de estas formaciones señalaban que el texto consagra la privatización de las empresas públicas y el cambio de los servicios públicos por servicios de interés general, y además no recoge una consideración de la realidad europea en la que existen naciones que tienen cultura y lengua propias pero que no están reconocidas. A este grupo pertenece además la Chunta aragonesista, que respaldó el 'no' en zaragoza porque el tratado constitucional deja en migajas las competencias de las Comunidades autónomas, pese a que el diputado de Cha José Antonio labordeta apostó por el 'sí' en el Congreso de los Diputados a una Europa que ofrece libertad, solidaridad y compromiso social.
Queremos ser los primeros en votar. Con esta frase comenzó el presidente del Gobierno su mitin en el teatro de la madrileña Casa de Campo donde, tras simular que depositaba una cartulina roja en la que se leía "Sí" en una urna, recordó que a España le ha venido muy bien Europa y aseguró que le iba a seguir viniendo muy bien, porque le abrió las puertas cuando fue libre e impulsó el desarrollo democrático y económico. Zapatero inició la campaña de su partido, el PSOE, en la capital, para después visitar Valencia, Albacete, Barcelona, Sevilla, Vigo, Mérida, Zaragoza, Barcelona y Madrid, donde concluiría el 18 de febrero la caravana socialista.
Todos los partidos, a excepción de los socialistas, e incluso los obispos, criticaron las prisas del Gobierno por convocar un referéndum precipitado al que los españoles acudieron aPage 97 votar sin información, pese a que los ministros del gabinete de Zapatero planearon sobre la campaña para destacar los aspectos de la Constitución, al tiempo que explicaban las novedades en materias de su competencia. El primero en hacerlo fue el propio Zapatero, cuando se refirió en un acto público al plan Ibarretxe al tratar de argumentar que ante la Constitución Europea no cabían estrategias ni tácticas políticas, sino que debía decidirse desde principios y valores democráticos y mediante el debate y el diálogo. Asimismo, aludió a la polémica de las lenguas y al reconocimiento del catalán en la UE cuando en otro mitin consideró muy difícil votar en contra del tratado sintiéndose catalán y recordó a los que querían colgarse la medalla, en alusión a CIU, que ésta sería mérito de los ciudadanos catalanes durante un mandato socialista, tanto en Cataluña como en España.
Éste fue también el caso del ministro de trabajo, Jesús Caldera, quien dijo que votar 'sí' a la Constitución Europea era votar a la igualdad y, en ese momento, informó de que el Ejecutivo estaba trabajando en una ley para la igualdad con el fin de lograr la equiparación de derechos en diferentes áreas como el empleo, los salarios, la representación institucional, la gestión empresarial y las responsabilidades familiares. En el mismo acto público, Caldera habló sobre la lucha contra el terrorismo y, en este contexto, aseguró que la Constitución Europea es el mejor antídoto contra esta lacra, a la que consideró como la única herencia del franquismo que le queda a España por superar. La inmigración fue el tema escogido por el ministro de trabajo en otro acto en el que aseguró que Europa es un espacio de integración y un proyecto de convivencia para todos y por eso, dijo, sabe integrar a los que llegan a España, donde hay abierto un debate sobre la inmigración. Entonces defendió la decisión del Gobierno de legalizar a los trabajadores inmigrantes que podían ser explotados en la economía sumergida y que ascendían a cientos de miles los que estaban en una situación irregular. En este contexto, garantizó que ésa sería la política que también aplicaría Europa en el futuro aPage 98 través de un control de la inmigración ilegal, de las fronteras y de buenos instrumentos para la integración.
Le siguió por estas lindes la ministra de agricultura, Elena Espinosa, quien afirmó que el dinero dedicado al sector agropecuario estaba garantizado hasta el año 2011, para explicar a continuación que desde el Ministerio de agricultura se está realizado un goteo...
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