Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Más allá del PIB — Indicadores para un desarrollo sostenible»

SectionResoluciones, recomendaciones y dictámenes
Issuing OrganizationAgencia Ejecutiva de Consumidores, Salud, Agricultura y Alimentación

ES Diario Oficial de la Unión Europea C 100/53

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Más allá del PIB - Indicadores para un desarrollo sostenible»

(2009/C 100/09)

Los días 16 y 17 de enero de 2008, de conformidad con el artículo 29.2 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema

Más allá del PIB - Indicadores para un desarrollo sostenible

.

La Sección Especializada de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente (representada por el Observatorio del Desarrollo Sostenible), encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, aprobó su dictamen el 8 de octubre de 2008 (ponente: Martin SIECKER).

En su 448 o pleno de los días 21, 22 y 23 de octubre de 2008 (sesión del 22 de octubre de 2008), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 114 votos a favor, 2 en contra y 8 abstenciones el presente Dictamen.

Conclusiones y recomendaciones

PIB es un indicador importante del crecimiento económico, pero es insuficiente cuando se trata de definir la línea política que hay que seguir para hacer frente a los retos del

. Es necesario completarlo con otros indicadores. Tal fue la conclusión de la conferencia de la Comisión Europea celebrada los días 19 y 20 de noviembre de 2007, en Bruselas, sobre el tema «Más allá del PIB», así como de la conferencia celebrada el 10 de enero de 2008, en Tilburgo, bajo el título Een comfortable waarheid» (Una verdad cómoda).

PIB es un buen indicador del ritmo de la economía, que muestra los esfuerzos realizados para ganar dinero, sin consideración de si se generan productos o servicios útiles o perjudiciales para el ser humano y para el medio ambiente. Se necesitan sobre todo instrumentos de medida que indiquen la distancia que nos separa todavía de una economía sostenible y

Como el asunto gira en torno a dos cuestiones diferentes -la sostenibilidad y el bienestar-, necesitamos de hecho dos instrumentos de medida diferentes. La sostenibilidad está relacionada con un mundo sano, ahora y en el futuro, con solidaridad entre las generaciones, y es una condición, mientras que el bienestar se refiere al desarrollo social y constituye una «variable objetivo». En lo que respecta a la sostenibilidad, basta con garantizar el mantenimiento del modo de vida a largo plazo a escala mundial. Una vez cumplido este criterio, no es necesario seguir pretendiendo una sostenibilidad aún mayor. La situación en lo que se refiere al bienestar es distinta: cuanto más elevado sea su nivel, mejor, por lo que es lógico tratar de mejorarlo

Existe un indicador de la sostenibilidad y de su evolución: la huella ecológica, que, a pesar de sus defectos, es el mejor indicador global disponible de un desarrollo sostenible desde el punto de vista medioambiental.

1.5. La huella ecológica es un excelente instrumento de comunicación y uno de los pocos -si no el único- en tener en cuenta el impacto medioambiental de nuestros hábitos de consumo y de producción (importaciones y exportaciones) en los demás países. Se puede optimizar a medida que se vaya usando y, en su caso, podrá sustituirse por otro mejor en el futuro.

1.6. El reto consiste, pues, en poner a punto un indicador del desarrollo social que mida los diferentes aspectos de la calidad de vida para dar de ella una imagen realista. El presente dictamen se dedica a tal indicador de la calidad de vida, dado que un instrumento político de este tipo, que además funcione bien, (todavía) no existe.

1.7. Un indicador de la calidad de vida utilizable en el plano práctico y fiable en el plano científico debe abarcar aspectos considerados cruciales para la calidad de vida y cumplir los criterios siguientes.

- estar formado por factores objetivos que determinen las capacidades de las personas;

- ser sensible a la influencia de la política;

- ofrecer datos a tiempo;

- ser comparable de un país a otro;

- ser comparable en el tiempo;

- ser comprensible para el gran público.

1.8. Suelen considerarse esenciales para la calidad de vida los seis ámbitos siguientes.

- integridad física y salud;

- bienestar material;

ES Diario Oficial de la Unión Europea 30.4.2009

- acceso a los servicios públicos;

- participación social e integración de los inmigrantes;

- calidad del medio ambiente.

Los Estados miembros disponen de los datos básicos necesarios para medir la evolución en estos ámbitos a escala nacional. No obstante, es conveniente afinarlos (en lo que respecta a su frecuencia, su recogida, su tratamiento).

El indicador que se describe aquí no es perfecto. No se entiende como una propuesta, sino como contribución a los debates actuales sobre el tema. La medición es un proceso dinámico: lo que se mide es en efecto la evolución de una sociedad. Esta evolución puede plantear a su vez la necesidad de disponer de otros datos o de datos más detallados. La definición de un indicador constituye también un proceso dinámico que debe ir precedido de debates y discusiones, como corresponde a toda sociedad democrática.

La transición a una política no exclusivamente basada en el crecimiento económico, sino también influida por factores sociales y medioambientales puede dar lugar a una economía más sostenible y solidaria. No se trata de un proyecto a corto plazo: para ello es demasiado amplio. Para garantizar su viabilidad, es evidente que hay que limitarse a los Estados miembros de la UE, incluidos, en su caso, los países candidatos Croacia y Turquía y los países que presentan un desarrollo económico comparable, como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón. Las enormes divergencias de desarrollo económico impiden la elaboración de un instrumento único y comprensible que permita medir la evolución de los países desarrollados y de los países en desarrollo según una misma

Límites del PIB

El objetivo último de toda persona es la felicidad. La tarea principal de las autoridades es crear las condiciones que ofrezcan a cada ciudadano la mejor posibilidad de alcanzarla. Les incumbe, pues, la tarea de tomar en todo momento el pulso de la sociedad para reunir la información pertinente sobre su situación. Medir es conocer: sólo cuando se conoce el motivo de un sentimiento de descontento y la causa que lo origina puede intentarse resolverlo.

El producto interior bruto (PIB) es actualmente el indicador más utilizado por las autoridades como instrumento de

medida para representar la situación de la sociedad. Se introdujo en el siglo pasado como instrumento de medida después de la gran recesión y la Segunda Guerra Mundial que le siguió. Para los responsables de la toma de decisiones es el indicador principal, si no el único, para medir los rendimientos y actividades económicas. Se basa en un sistema, aceptado internacionalmente, de cuentas nacionales establecidas con arreglo a un procedimiento único. Además, todo se convierte a una misma y única unidad de medida: el dinero. Por ello, el PIB se presta bien a la comparación internacional.

2.3. Al mismo tiempo, no ofrece ninguna información sobre el bienestar (la felicidad) de las personas ni sobre el grado de sostenibilidad del desarrollo de la sociedad. El PIB por habitante de Estados Unidos es uno de los más elevados del mundo, pero los estadounidenses no son por ello más felices que los ciudadanos...

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