Conclusiones del Consejo sobre el personal docente y formador del futuro

SectionSerie C
Issuing OrganizationConsejo de la Unión Europea

9.6.2020 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 193/11

EL CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA,

RECORDANDO los antecedentes políticos de este asunto, recogidos en el anexo de las presentes Conclusiones;

RECONOCIENDO QUE:

  1. La enseñanza y la formación configuran a la humanidad y desempeñan un papel transformador tanto en los ciudadanos como en la sociedad. Son importantes para el compromiso social, económico, democrático y cultural de los ciudadanos, además de para el crecimiento, el desarrollo sostenible, la cohesión social y la prosperidad dentro de la Unión. La educación y la formación significativas, integradoras, equitativas y de calidad no solo proporcionan a los ciudadanos conocimientos, capacidades y competencias en consonancia con las exigencias actuales y futuras sino que también configuran sus actitudes, valores y conductas, lo que los permite desarrollarse a nivel profesional y personal, y participar en la sociedad de manera activa y responsable.

  2. El personal docente y formador (1), de todos los niveles y tipos de enseñanza, es la fuerza motriz imprescindible de la educación y de la formación. Desempeña un papel fundamental a la hora de preparar a los ciudadanos de cualquier condición y edad para vivir, aprender y trabajar en el mundo actual, además de para crear y liderar cambios en el futuro.

  3. En un contexto de constantes cambios sociales, demográficos, culturales, económicos, científicos, medioambientales y tecnológicos, el mundo de la enseñanza y de la formación se está transformando y, por consiguiente, también evoluciona el trabajo del personal docente y formador, que tiene que afrontar exigencias, responsabilidades y expectativas cada vez mayores. Las innovaciones y las dificultades continuas no solo repercuten en las competencias requeridas sino también en el bienestar del personal docente y formador y, en consecuencia, en el atractivo de la profesión docente.

  4. El personal docente y formador es una de las piedras angulares del Espacio Europeo de Educación; desempeña un papel fundamental a la hora de fomentar la dimensión europea de la enseñanza (2), pues ayuda a los alumnos a comprender y a sentir la identidad europea y el sentimiento de pertenencia.

    RECONOCIENDO QUE:

  5. La crisis actual provocada por la COVID-19 ha supuesto una dificultad sin precedentes para el personal docente y formador de todos los niveles y tipos de enseñanza y formación. Se han visto obligados a pasar rápidamente de la enseñanza presencial a una enseñanza impartida predominantemente a distancia y en gran medida virtual. En estas circunstancias excepcionales, el personal docente y formador ha demostrado un compromiso, una creatividad y una colaboración entre iguales encomiables, y ha realizado esfuerzos considerables para asegurar la continuidad tanto de la enseñanza como del aprendizaje del alumnado, ofreciendo incluso apoyo para su equilibrio personal.

    CONSCIENTE DE QUE:

  6. En consonancia con el principio de subsidiariedad, que también incluye a la profesión docente, la responsabilidad de la organización y el contenido de los sistemas de educación y formación recae en los Estados miembros. En este contexto, los Estados miembros tienen requisitos diferentes en cuanto a los tipos y niveles de cualificaciones necesarios para acceder a la profesión docente y progresar en ella (3).

  7. Cursar niveles superiores de educación y formación puede proporcionar al futuro personal docente y formador un conjunto más completo de competencias, en particular aquellas necesarias para mejorar la autonomía profesional en su práctica docente. Esto, a su vez, puede contribuir a una mayor satisfacción laboral, así como a que aumente la valoración y el respeto por esta profesión (4).

  8. El personal docente y formador tiene la responsabilidad de facilitar a los alumnos la adquisición de competencias clave (5) y capacidades profesionales no solo para prepararlos para desempeñar correctamente sus futuros empleos —algunos de los cuales todavía ni siquiera conocemos—, sino también para fomentar su responsabilidad social y su compromiso cívico, transmitir valores humanos y apoyar su crecimiento personal y su bienestar.

  9. Sus conocimientos temáticos y pedagógicos, así como su compromiso, entusiasmo, satisfacción laboral y confianza en sí mismos, repercuten en los resultados del aprendizaje, el avance y el bienestar de los alumnos. Al ser modelo de aprendizaje permanente, el personal docente y formador puede motivar al alumnado para que se comprometa con su propio aprendizaje permanente y se responsabilice de él, estimulando su interés y alentando su curiosidad y creatividad.

  10. A la hora de actuar frente a las diferentes funciones, responsabilidades y expectativas, cada vez más exigentes, del alumnado, la dirección de los centros, los responsables de las políticas, los padres y las comunidades, es necesario, cuando proceda y de acuerdo con las circunstancias de cada país, que el personal docente y formador siga comprometido y cuente con el apoyo suficiente para responder eficazmente a los cambios y dificultades. Estas dificultades pueden estar muy presentes en distintos grados en varios Estados miembros y están particularmente relacionadas, por ejemplo, con: a) el equilibrio de los diferentes aspectos de su carga de trabajo, a menudo unida a numerosas tareas administrativas, la participación en la dirección del centro, el apoyo y la orientación al alumnado, la planificación y la reserva de tiempo para colaborar con sus iguales y su desarrollo profesional, mejorando y manteniendo simultáneamente la calidad de la enseñanza y el resultado del aprendizaje de su alumnado;

    1. el fomento del desarrollo del potencial intelectual, emocional, social y creativo del alumnado de manera integral, garantizando al mismo tiempo su progreso educativo;

    2. la utilización de diversos métodos y prácticas de enseñanza basados en la investigación, que incorporan métodos y enfoques innovadores y digitales, y se concentran en estrategias centradas en el alumnado y basadas en las competencias, en consonancia con sus necesidades cambiantes e individuales, a fin de facilitar el proceso de aprendizaje y apoyar la creación conjunta de conocimientos y de enseñanza, garantizando al mismo tiempo que tales prácticas sean integradoras, justas desde el punto de vista social y equitativas;

    3. el trabajo en entornos transformados por la tecnología, la digitalización y la inteligencia artificial, prestando atención a su potencial pedagógico y su uso ético, seguro y responsable;

    4. la labor en aulas y entornos de aprendizaje diversos desde el punto de vista lingüístico y cultural, con alumnado procedente de entornos socioeconómicos diferentes, con distintas necesidades, también necesidades educativas especiales (6) y la protección de la integración;

    5. la participación en la formulación de políticas, en particular las relativas a la elaboración, la aplicación y la evaluación de las reformas educativas y de la formación, incluso la revisión continua de los planes de estudios;

    6. la creación de un clima constructivo y de apoyo en los entornos de aprendizaje, en particular relaciones positivas y de apoyo mutuo en los equipos y con otro personal educativo, el alumnado, las familias y los empleadores, cuando proceda;

    7. la gestión del comportamiento en el aula y la posible prevención de diferentes tipos de violencia, en particular la violencia en internet, que pueden afectar negativamente al resultado del alumnado y a su salud; también, la posible gestión del comportamiento violento autoinfligido;

    8. la elección de herramientas, criterios y métodos de evaluación adecuados, en consonancia con los resultados previstos del aprendizaje, con el fin de proporcionar información de calidad y a tiempo al alumnado para orientarlo y mejorar su aprendizaje;

    9. la docencia con recursos a menudo limitados, en particular con infraestructuras educativas, espacios de aprendizaje, equipos y herramientas, sobre todo las que permitan el aprendizaje en línea, escasas o inadecuadas.

  11. Estas dificultades son aún peores para el personal docente y formador principiante (recién titulado), ya que desde los primeros años de enseñanza o formación se enfrentan a las mismas responsabilidades que sus colegas más experimentados. Además, es habitual que puedan encontrarse trabajando en entornos difíciles, como centros educativos y de formación con mayores índices de alumnos procedentes de entornos desfavorecidos desde el punto de vista socioeconómico o de origen migrante (7). El personal docente y formador con más experiencia podría enfrentarse a otras dificultades, por ejemplo a una brecha generacional en su lugar de trabajo.

  12. También puede haber otras dificultades para el personal docente y formador...

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