Etiquetado nutricional: Hacia una revisión de las reglas actuales

• Author: Patricia González Gálvez
• Position: UGAL. Asociación Europea de agrupaciones comerciales
• Pages: Asesora Jurídica, UGAL (Asociación Europea de agrupaciones comerciales)

Tal y como ya anunciase en su Libro Blanco sobre la Seguridad Alimentaria, la Comisión Europea (CE) está estudiando en la actualidad la posibilidad de revisar la Directiva relativa al etiquetado sobre propiedades nutritivas de los productos alimenticios¹.

De acuerdo con el procedimiento establecido en el artículo 11 de dicha Directiva, la CE deberá presentar, en breve, un informe al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la aplicación de la misma desde la fecha de su entrada en vigor, en 1990. Es precisamente la elaboración de tal informe, la razón por la cual la CE se ha embarcado recientemente en un proceso de consultas con los Estados miembros de la Unión Europea y las partes interesadas². Sobre la base de las respuestas recibidas en relación a la necesidad de actualizar las reglas en vigor, la CE elaborará una propuesta de Directiva que permita ajustar las reglas actuales a las necesidades y expectativas de los consumidores.

Es importante tener en cuenta que la futura revisión de la Directiva 90/496/CEE y, sobre todo, el enfoque que la Comisión dará a la misma, se engloba dentro del deseo de dicha Institución de desarrollar una política nutricional global y coherente³. Para que la puesta en práctica de la misma tenga éxito sería necesario avanzar, de manera eficaz, en la vigilancia, recogida y análisis de datos. Sin embargo, de acuerdo con el enfoque dado por la CE, el aspecto determinante en el desarrollo de cualquier política nutricional será el de proporcionar a los consumidores una información eficaz y correcta. Es pues, en este sentido, donde adquiere relevancia la Directiva 90/496/CEE relativa al etiquetado sobre propiedades nutritivas. Efectivamente, la misma "revisada sobre la base" podría introducir una serie de elementos o herramientas de información adecuadas para el consumidor; por ejemplo el etiquetado nutricional.

I) Información nutricional y mejora de los hábitos alimentarios.

La protección de la salud pública no se limita a la seguridad química, biológica y física de los alimentos, sino que debe tratar de garantizar la ingestión de los nutrientes esenciales y limitar la ingesta de otros elementos a fin de evitar los efectos negativos sobre la salud, incluidos los efectos que perjudican la nutrición.

En este sentido, los datos científicos han demostrado que una dieta adecuada y variada es un factor esencial para mantener la buena salud y el bienestar general. Cada vez más, el mercado presenta nuevos tipos de productos con valor nutricional modificado que pueden incidir, favorable o desfavorablemente, sobre el comportamiento y el bienestar de los consumidores.

Es indudable pues que, en este contexto, el etiquetado nutricional "contribuye en gran medida a capacitar al consumidor para llevar a cabo la elección de una dieta adecuada a sus necesidades individuales¿⁴.

No obstante, la veracidad de tal afirmación no debe llevar a pensar automáticamente que el etiquetado nutricional sea, en sí mismo, la panacea que permita suplir las carencias que, a nivel de información dietética, existen hoy en día. Consideraciones de diversa índole así lo indican; entre ellas:

- No existen datos científicos fehacientes que prueben la existencia de un vínculo directo entre ¿etiquetado nutricional, mejora en la información dada al consumidor, mejora en la salud del mismo¿. Todo lo contrario. Un reciente estudio publicado en Estados Unidos por "The American Medical Association" concluye que la correlación entre información nutricional obligatoria y la mejora en la alimentación y salud sigue siendo una mera hipótesis. No existirían, por tanto, datos científicos que avalasen la existencia de tal relación. A título indicativo, podríamos citar en este sentido el ejemplo americano donde, a pesar de la obligatoriedad del etiquetado nutricional desde 1994⁵, se observa una progresión constante de la obesidad en los últimos diez años.

- El consumidor final del producto no es necesariamente la misma persona que lo adquiere y que, en consecuencia, leerá la información...