La Política Europea de Vecindad en un mundo frágil y en tiempos de Pandemia

• Author: María Isabel Nieto Fernández
• Profession: Profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid
• Pages: 63-106

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La Política Europea de Vecindad

en un mundo frágil y en tiempos de Pandemia

The European Neighborhood Policy

in a fragile world and in times of pandemic

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Profesora de Relaciones Internacionales

de la Universidad Complutense de Madrid

Resumen: Este capítulo versa sobre los logros conseguidos

por la Política Europea de Vecindad (PEV) desde sus comienzos en

2003, los desafíos a los que se enfrenta en sus dos dimensiones, tanto

la denominada Asociación Oriental como la Dimensión Sur y tratará

de aportar algunas claves que permitan desarrollar esta política en un

mundo que en los últimos años se ha revelado como cambiante y frágil,

azotado con gran virulencia por la pandemia y la COVID-19, del que está

por ver su impacto a corto y largo plazo en la gobernanza internacional.

Abstract: This chapter focus on the achievements of the European

Neighborhood Policy (ENP) since its inception in 2003, the challenges

it faces in both dimensions, the so-called Eastern Partnership (EaP) and

the Southern Dimension, and will try to provide some keys that allow this

policy to be developed in a world that in recent years has revealed itself

as changing and fragile, and at the time of writing this lines, shaken with

great virulence by the COVID-19 pandemic, whose global impact in the

medium and long term on international governance remains to be seen.

Sumario: 1. Introducción; 2. Base jurídica, 3. Principales instrumentos

financieros, 4. Dimensiones regionales: La dimensión

oriental; 4.1. Ucrania; 4.2. República de Moldavia;

4.3. Georgia. 4.4. República de Armenia; 4.5. República de

Azerbaiyán; 4.6. República de Bielorrusia; 5. Dimensiones

regionales: La dimensión sur; 6. Conclusiones; 7. Bibliografía.

María Isabel Nieto Fernández

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1. INTRODUCCIÓN

La Política Europea de Vecindad (PEV), –European Neigh-

bourhood Policy (ENP) en inglés– se presenta desde sus inicios

en 2003 como un modelo de asociación política e integración eco-

nómica privilegiada de la UE con los países de su vecindario, que

se sustancia esencialmente a través de acuerdos jurídicos, primero

de los denominados Acuerdos de Colaboración y Cooperación (ACC) y

después de los Acuerdos de Asociación. Son acuerdos que reportan

beneficios mutuos y tratan de dar respuesta a los retos que enfren-

tan estas relaciones en diferentes ámbitos políticos.

Si bien las expectativas que la Unión ha venido depositando

en este tipo de acuerdos han sido excesivamente optimistas, no

se puede sin embargo negar que se han alcanzado algunos lo-

gros significativos. Logros que vienen motivados por dos hechos

esenciales. Uno, relativo al espíritu o el alma que impulsa dichos

acuerdos (recordemos que la UE tiene un interés estratégico en

impulsar su liderazgo mundial en el ámbito de la democracia y de

los derechos humanos en la acción exterior, también con relación

a la PEV y esto es un compromiso asumido por los Tratados cons-

titutivos de la Unión). Otro, ligado al “enfoque” basado en incentivos

de la UE: “más por más” que implica un mayor beneficio a los paí-

ses socios del vecindario más involucrados con importantes refor-

mas democráticas, sociales y económicas para propiciar el acerca-

miento de los estados asociados a los estándares democráticos y

económicos de la Unión.

Sin duda, estas relaciones tan dispares deberán pasar en las

décadas venideras por un nuevo estadio que refuerce la vincula-

ción de la Unión con los países concernidos: Argelia, Armenia,

Azerbaiyán, Bielorrusia, Egipto, Georgia, Israel, Jordania, el

Líbano, Libia, Marruecos, Moldavia, Siria (en la actualidad sus-

pendida), Territorios Palestinos, Túnez y Ucrania, y fortalezca la

“prosperidad, la estabilidad y la seguridad para todos” (Mario Damen

y Kirsten Jongberg, 2019:1) en el vecindario europeo. Estas rela-

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ciones se han venido desarrollando tanto en el ámbito bilateral

entre la UE y cada uno de los países señalados, como en un marco

más amplio, materializado en las conocidas iniciativas de colabo-

ración: la Asociación Oriental, la Unión por el Mediterráneo y la

Cooperación Transfronteriza.

Esta política se ha visto inmersa en diversas revisiones por par-

te de las instituciones comunitarias que han puesto el foco en la

exigencia de llevar a cabo importantes reformas con el fin de es-

tablecer un espacio de buena vecindad basado en los valores de

la Unión y marcado por unas relaciones estrechas y pacíficas. Pre-

senta grandes desafíos y, aunque se puede constatar que ha dado

algunos resultados satisfactorios, especialmente en la última dé-

cada la denominada Asociación Oriental, en inglés Eastern Part-

nership (EaP) que comprende los países de Ucrania, Moldavia,

Georgia, Armenia, Azerbaiyán y Bielorrusia, se necesita que esos

logros sean “estables e irreversibles” y que conduzcan a una integra-

ción más profunda entre la UE y la EaP, como recientemente se-

ñalaba David McAllister (Parlamento Europeo, 2020a), presiden-

te de la Comisión de Asuntos Exteriores del PE. Expectativas muy

altas se mantienen también con ocasión de la futura Conferencia

sobre el Futuro de Europa, que entre otras cuestiones debe estable-

cer las prioridades de Europa, proceso que quiere modernizar la

Unión a partir de la visión de los propios ciudadanos europeos y

que podría conducir a un cambio en los tratados e incluso en la

aparición de nuevos mecanismos de participación ciudadana. De

momento la pandemia ha obligado su aplazamiento.

Los socios meridionales, diez en total, vienen desarrollando

políticas bilaterales con la UE y también en un marco de coope-

ración regional: la Unión por el Mediterráneo, creada en 2008 y que

abarca además de estos diez países, otros 1. Destacan los Acuerdos de

Asociación en las relaciones de la Unión con Argelia, Egipto, Israel,

1 Albania, Bosnia-Herzegovina, Mauritania, Mónaco, Montenegro y Turquía. La

Liga de los Estados Árabes participa en la UPM desde 2008.