Presentación

• Author: Andreu Olesti Rayo
• Profession: Catedrático de Derecho Internacional Público (Derecho Comunitario Europeo) Universitat de Barcelona
• Pages: 7-10

PRESENTACIÓN

El Tratado de Maastricht diseñó una política monetaria de exclusi-

va competencia comunitaria para los Estados que formaran parte de la

Unión Económica y Monetaria (UEM), con un sistema institucional pro-

pio para su ejercicio, dirigido y liderado por el Banco Central Europeo.

Esta realización surgió sin una armonización previa de las economías

de los Estados miembros participantes, con un presupuesto comunitario

muy reducido, limitado a un máximo del 1 por 100 de la suma de PIB

de sus Estados miembros, y sin que la Unión Europea dispusiera de

instrumentos que le permitieran intervenir efectivamente en el caso de

una crisis económica.

En cambio, se previó que las políticas económicas de los países par-

ticipantes quedarían coordinadas en el seno del Consejo, a través de sus

gobiernos nacionales. La crisis económica y financiera de los últimos años

parece haber demostrado que el grado de coordinación no era el idóneo

para garantizar la estabilidad financiera de los participantes en la Unión

Europea; y que la intensidad de la integración económica no era suficiente

para permitir el correcto funcionamiento de la Unión Monetaria. La disgre-

gación de la política monetaria, en manos de una institución de la Unión

Europea, del resto de las políticas económicas, solo coordinadas entre los

Estados miembros, han dado lugar a contradicciones que han puesto en

entredicho a la propia Unión Monetaria. Ello no obstante, a medida que la

crisis se ha prolongado y profundizado, la Unión Europea se ha empezado

a dotar de instrumentos destinados a incrementar su control sobre las po-

líticas económicas de sus Estados miembros, para fortalecer la fragilidad

de la Unión Monetaria. De tal forma que esta crisis ha desarrollado la

capacidad de la Unión Europea para incidir y decidir la orientación de las

políticas económicas de los Estados, especialmente aquellos que forman

parte del euro, y los afectados por las dificultades financieras.