El proceso de ampliación de la Unión Europea: análisis de los desafíos en las relaciones con el Magreb

• Pages: 73-93
• Author: Virginia Saldaña Ortega

El proceso de ampliación de la Unión Europea:

análisis de los desafíos

en las relaciones con el Magreb

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Directora del Grado en Derecho de la Universidad Isabel I;

Vicesecretaria general del Instituto Eurolatinoamericano

de Estudios para la Integración

1. EL PROCESO DE INTEGRACIÓN DE LA UNIÓN

EUROPEA

Cuando analizamos el proceso de integración experi-

mentado en la Unión Europea a lo largo de sus más de seten-

ta años de existencia, y procuramos el análisis de las medidas

adoptadas para su evolución como organización, podemos

comprender la grandeza de lo acontecido. Con toda probabi-

lidad, si pudiéramos preguntar a los padres fundadores de la

idea de una Europa común; si le contáramos a Jean Monnet,

Robert Schumann, De Gasperi, Adenauer, Paul Henri Spaak

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o Salvador de Madariaga, por ejemplo, por las previsiones de

certeza y éxito del concepto que ellos tenían sobre el proceso

de integración, pese a ser grandes idealistas y entusiastas para

con el proceso de integración, muy probablemente sus ideas

de progreso no llegarían hasta los logros experimentados hasta

el momento. Desde la implementación de una moneda única

al fortalecimiento de unas instituciones propias y comunes o el

establecimiento de una ciudadanía europea, pueden ser con-

siderados los grandes hitos de las últimas décadas de actividad

europea (Saldaña Ortega, 2020).

Bien es cierto que este proceso de evolución y desarrollo

no ha sido uniforme ni constante a lo largo del tiempo, y que

el rumbo que la Unión Europea debe o debiera seguir en un

futuro sigue siendo un elemento generador de debate y una

de las grandes incógnitas de nuestro presente. ¿Abogamos por

continuar en una organización supranacional o sería más con-

veniente procurar el establecimiento de una federación euro-

pea? El debate sigue latente entre los pensadores de la mate-

ria y el equipo político que protagoniza la esfera política de

nuestros Estados miembros no hace sino alimentar las dudas e

inquietudes al respecto, máxime si tenemos en cuenta el auge

de los euroescépticismos y nacionalismos a ultranza que escaso

favor hacen al desarrollo de estas ideas progresistas en comu-

nidad. Lo que sí podemos afirmar sin lugar a dudas, es que la

Unión Europea no puede ser considerada una organización

internacional de corte clásico, regida por el contenido propio

del Derecho internacional. La Unión Europea es mucho más,

pero ¿cómo debemos catalogarla si acudimos a los conceptua-

lismos propios del saber?

La difícil conceptualización de esta organización radica

en la inexperiencia, en la inexistencia de una organización de

iguales características que nos permita etiquetarla dentro de

unos estándares comunes. Y es que históricamente no ha exis-

tido un proceso de integración como el acontecido en el seno