Prólogo. El rescate sustantivo del tratado constitucional europeo
| Author | Francisco Aldecoa Luzárraga |
| Profession | Catedrático de Relaciones Internacionales Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Universidad Complutense de Madrid |
| Pages | 17-32 |
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Tras casi dos años de incertidumbre y de pausa reflexiva -más pausa que reflexión- consecuencia de los resultados negativos en los referenda de Francia y holanda, al comienzo de 2007 se empieza a recuperar el ambiente político anterior a estas fechas y aparece una nueva reflexión sobre la salida a la crisis constitucional.
En el último trimestre de 2006 comienzan a ver la luz diversas propuestas que tratan de desbloquear la situación de impasse en que se había quedado el debate sobre el futuro de la Constitución Europea. Entre ellas destaca la propuesta de Nicolas Sarkozy -candidato a la presidencia de Francia- en torno al rescate selectivo del tratado Constitucional. El rescate selectivo trata de recuperar los elementos básicos e imprescindibles del tratado Constitucional que se recogerían en un minitratado. La forma de tratado sin apariencia constitucional permitiría que se apruebe a través de la ratificación parlamentaria, sin necesidad de convocar un segundo referéndum en Francia.
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Frente al rescate selectivo, que es salir adelante como sea, y aunque el coste sea abandonar elementos fundamentales de la Constitución Europea, surge la propuesta que podemos denominar del rescate sustantivo. Esta iniciativa, sostenida por Gobiernos de los países que han ratificado el tratado Constitucional y que no desean renunciar a ninguno de sus contenidos -entre ellos Madrid- propone rescatar en un texto de naturaleza constitucional las dos primeras partes del tratado Constitucional en ese minitratado, es decir, todo lo que tiene de constitucional. Dos países que han logrado referenda positivos como España y luxemburgo se han movilizado con objeto de conseguir el rescate sustantivo, que en definitiva es recuperar los avances y conquistas del modelo constitucional aunque haya que cambiar la denominación o aunque haya que ceder en lo accesorio.
La presidencia alemana, que se desarrolla a lo largo del primer semestre de 2007, ha retomado con interés y con nuevas aportaciones la búsqueda de una solución al problema, apostando por rescatar los elementos sustantivos del tratado Constitucional y recuperar el consenso básico contenido en él. Coincidiendo con el cincuenta aniversario de la firma de los tratados de Roma, que dieron lugar a la exitosa integración económica europea, se ha previsto la firma de una Declaración conmemorativa el 25 de marzo de 2007 en berlín. La prevista Declaración de berlín que versará sobre los valores de la construcción europea se espera que sea un texto que recoja esta nueva perspectiva y que abra el camino a la búsqueda de una solución. Nadie mejor situado para ello que el país principal de la construcción europea como es alemania y que además fue uno de los actores clave en la puesta en marcha del proceso constitucional.
El libro que tengo la oportunidad de prologar de la periodista Elizabeth López ofrece un análisis ponderado de los resultados de los referenda nacionales sobre el proyecto de tratado por el que se establece una Constitución para Europa.
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Dicho análisis trata de dar una visión equilibrada de lo que los mismos han significado para el conjunto del proceso de construcción europea, aceptando la hipótesis de que los resultados negativos de Francia y holanda se deben más a cuestiones de contexto político que del propio texto. Esa misma tesis es la que yo mismo he venido defendiendo en este año y medio ya que entiendo que el problema de la no ratificación no estuvo en el texto sino en el contexto político, económico y social de estos países en el año 2005. A mi juicio, por mucho que se hubiera perfeccionado el texto jurídico los resultados hubieran sido los mismos o equivalentes.
Casi dos años después de los referenda negativos y concluido parcialmente el proceso de ratificación, este trabajo tiene el valor de aclarar cuál es la situación política en la que nos encontramos ahora en el comienzo de 2007. Esa situación puede resumirse en los siguientes datos que la autora expone y analiza de forma detallada: a) de los veintisiete Estados miembros que tiene la Unión Europea en la actualidad han ratificado el tratado Constitucional dieciocho de ellos -es decir, dos tercios de los mismos-; b) quedan por ratificar nueve Estados, dos de ellos han votado en contra en referenda y siete no se han pronunciado, de los cuales cinco son problemáticos; c) los Estados que han ratificado representan a más del sesenta por ciento de la población total de la Unión Europea; y d) a pesar de que dos Estados miembros en referenda han votado que sí y dos que no, la suma total de los votos positivos en los cuatro referenda es superior a los negativos, veintiséis millones votaron a favor y veintidós en contra.
De estos datos claros y contundentes hay que concluir que, si bien el propio tratado constitucional exige que para su vigencia tienen que ratificarlo todos los Estados miembros, desde un punto de vista político hay que entender también la posibilidad de buscar otras soluciones que respeten el sentir mayoritario. La democracia exige respetar a las minorías, sobre todo se fundamenta en tener en cuenta y atender a losPage 20 resultados de las mayorías. Por todo ello he venido defendiendo que la Constitución no podía considerarse como muerta sino que, dado que cuenta con un apoyo relevante tanto de Estados como de ciudadanos, tiene ya una cierta legitimidad que había que respetar y rescatar.
El trabajo de la periodista López nos permite recuperar y contextualizar los resultados objetivos de los referenda. Recordar el alcance y significado de estos hechos sirve para fundamentar las nuevas concepciones políticas que se debaten en la actualidad tanto la del rescate selectivo como la del rescate sustantivo. Esa legitimidad política pide la recuperación del proceso constituyente tanto por sus aportaciones para resolver los problemas estructurales que presenta en este momento la Unión Europea como por el respaldo democrático que, de alguna manera, dicho proceso ha demostrado.
Por todo ello este texto es de gran utilidad ante el nuevo clima político que se avecina con la presidencia alemana, a sabiendas de que el tema no se va a desbloquear hasta que se conozca el resultado de las elecciones presidenciales francesas de mayo de 2007. No puede olvidarse que corresponde a los países que han tenido dificultades para ratificar el plantear las soluciones pertinentes, bien entendido que deben de ser consensuadas con el resto de los Estados...
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