La Unión Europea como actor global, también como actor de seguridad y defensa e incipientemente en salud durante el comienzo del nuevo ciclo político

• Author: Francisco Aldecoa Luzárraga
• Pages: 69-100

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La Unión Europea como actor global, también

como actor de seguridad y defensa e incipientemente

en salud durante el comienzo del nuevo ciclo político

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Presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo

Catedrático de Relaciones Internacionales en la UCM

Consideraciones generales

1. El nuevo ciclo político europeo desde mayo de 2019

2. El coronavirus está permitiendo un paso más hacia la Federación Europea a

los 70 años de la Declaración Schuman

3. La Unión Europea avanza como actor global, diplomático y normativo

4. Los progresos como actor de seguridad y defensa, y sus límites

intergubernamentales

5. El Covid-19 ha pasado a ser un problema chino y europeo a ser un problema

mundial y cada vez más grave y de dimensiones inimaginables

6. Europa está respondiendo a la pandemia a través de cinco fases conducentes

al “Plan de Recuperación”

7. La respuesta internacional frente al Covid-19 está permitiendo a la Unión

Europea un nuevo liderazgo como actor internacional

8. La extensión del principio de autonomía estratégica y sus nuevas

implicaciones

9. La Conferencia Europea ante el Covid-19 adquiere una nueva dimensión

10. Conclusión: El Plan de Recuperación facilita a la Unión Europea convertirse

en el actor imprescindible en la política mundial

CONSIDERACIONES GENERALES

Al año de estallar el Covid-19 el mundo ha cambiado aceleradamente y la Unión

Europea está en camino de una importante transformación, en gran medida para evitar

las consecuencias económicas, sociales y sanitarias del mismo tanto desde el punto de

vista interno como de alcance mundial. La cuestión está en saber este cambio hasta dónde

llega y en qué medida y cómo va a afectar al funcionamiento de la sociedad internacional

y a la dinámica de los actores internacionales y a la gobernanza política mundial.

Estamos en un momento de debilitamiento del multilateralismo. Precisamente cuando

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para conseguir la reducción o eliminación del virus es imprescindible un refuerzo de la

cooperación multilateral. Solo desde esta perspectiva se podrá controlar la pandemia.

Estas preguntas de momento no tienen respuesta clara y, además, son muy pocos los

análisis que tratan de responder, aunque sea tentativamente, a este difícil conjunto de

preguntas. En la actualidad la pandemia a nivel mundial está en su peor momento y

descontrolada y, por tanto, no es fácil vislumbrar el futuro.

La hipótesis que mantengo en este trabajo es que la Unión Europea está dando pasos

fundamentales en los últimos nueve meses, desde marzo de 2020, que permiten la lucha

contra el Covid-19 y, por ello, un avance federal indudable y tendrán que consolidarse en los

próximos años. De esta manera, esta hipótesis se sustenta en entender que existe un vínculo

entre la expansión del Covid-19, la lucha contra la extensión de la epidemia, el refuerzo del

horizonte federal y el nuevo liderazgo como actor internacional de la Unión Europea. Estos

cuatro factores están condicionando de manera muy relevante el desarrollo de esta novena

legislatura del Parlamento Europeo 2019-2024 y la próxima de la UE en el mundo.

El desarrollo de la legislatura estará marcado por la aplicación del Plan de Recuperación,

por Conferencia sobre el Futuro de Europa, la Convención y, en su caso, el nuevo tratado

constitutivo que sustituya o reforme el tratado de Lisboa. La Conferencia Europea que

empieza con el impulso Alemán, durante su presidencia, el próximo otoño o quizás, debido

a la pandemia no pueda comenzar hasta la presidencia Portuguesa en el primer semestre

de 2021, pero siempre con influencia alemana. Si las circunstancias no lo impiden acabará

con la presidencia francesa en el primer semestre de 2022. A continuación, se celebrará

la Convención Europea. Terminará el proceso, posiblemente, con la firma de un nuevo

tratado. Es probable que, en ese caso, le pueda corresponder a la presidencia española que

es en el segundo semestre de 2023. De tal manera que en esta legislatura se habrá avanzado

más en la consolidación del federalismo europeo que en las tres o cuatro legislaturas

anteriores a lo largo del siglo XXI y el coronavirus habrá sido su catalizador.

Desde el punto de vista del actor internacional, que es el tema que nos ocupa,

probablemente habrá consolidado aún más el papel de la Unión Europea en el mundo,

dado que la Unión es el actor más preparado, con más potencialidades para liderar estos

nuevos desafíos. De la misma forma que la UE está sabiendo, al menos estabilizar la

expansión del Covid-19 en el interior de la Unión, en un plazo de algo menos de un

año, debido a su fuerte estado de bienestar y a sus decisiones unitarias a 27. Frente a

esta epidemia, lo deberá hacer a nivel mundial y tendrá que seguir jugando esta misma

función en el mundo y, por tanto, si lo consigue, desempeñará un nuevo liderazgo

convirtiéndose en el actor imprescindible en la lucha contra el coronavirus, aunque

necesitara la cooperación multilateral de otros actores.

Para explicar esta hipótesis comienzo con el análisis de como el Covid-19 está

fortaleciendo el avance hacia la consolidación del proyecto federal europeo. El Covid-19

está pasando de ser un problema chino o europeo a ser un problema mundial cada vez más

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grave y su expansión sigue creciendo de forma descontrolada. Por ello analizo el desarrollo

de la Unión Europea como actor global, diplomático y normativo a lo largo del siglo XXI

poniendo también el acento en los avances en los aspectos de seguridad y defensa.

Posteriormente expongo como la Unión Europea ha respondido a la pandemia a lo

largo de este año mediante seis etapas diferentes internas y también desde la perspectiva

internacional. El Covid-19 está permitiendo a la Unión un nuevo liderazgo como actor

internacional, precisamente con la aplicación del principio de “autonomía estratégica”

que está tomando una nueva dimensión y tiene implicaciones diferentes. Por último,

hacemos una reflexión sobre la nueva relevancia de la Conferencia sobre el Futuro de

Europa ante esta situación de pandemia que cada vez, aunque se retrase, se convierte en

más imprescindible y tendrá más alcance. Tendré en cuenta los aspectos internacionales

en los que se debe fijar la Conferencia para fortalecer la Unión Europea como actor

internacional y también de seguridad y defensa.

1. EL NUEVO CICLO POLÍTICO EUROPEO

DESDE MAYO DE 2019

Entendemos por el nuevo ciclo político a los efectos de este articulo el periodo que va

desde las elecciones de mayo 2019 al final del año 2020, más de año y medio, el cual va a

tener una relevancia política inmensa en el proceso político europeo que está implicando

la profundización del proyecto federal y, posiblemente, será el principio del ciclo político

completo que acabará antes del fin de la legislatura 2024 después de celebrada la Conferencia

sobre el Futuro de Europa (CoFoE) se produzca la reforma de los Tratados Europeos.

Dentro de este ciclo podemos diferenciar a su vez cuatro fases distintas: a. Las

consecuencias en el incremento de la legitimidad democrática de las elecciones de 2019 y la

formación de la nueva Comisión Europea. b. La puesta en marcha de la Comisión von der

Leyen con un importante respaldo del Parlamento Europeo el 28 de noviembre de 2019.

c. La incidencia del Covid-19 en la aceleración del proceso institucional (Parlamento,

Comisión y Consejo). d. El nacimiento y la aplicación del Plan de Recuperación como

expresión de la solidaridad federal y, por tanto, el principio de un cambio histórico.

El contexto político que facilita el nuevo ciclo político esta favorecido por un factor

interno, el abandono del Reino Unido de la UE, que se produce definitivamente el 31 de

diciembre de 2020 (con el Reino Unido dentro hubiese sido imposible aprobar el Plan

de Recuperación). Y por un factor internacional que es la presidencia de Donald Trump

en los Estados Unidos que se convierte en el federador externo, al debilitar la relación

transatlántica y, con ello, impulsar la autonomía estratégica de la UE. Las elecciones

norteamericanas que dan la victoria a Joe Biden el 7 de noviembre le dan un nuevo

alcance al principio de autonomía estratégica.