Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «El cambio climático y la agricultura en Europa»

SectionActos preparatorios

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «El cambio climático y la agricultura en Europa»

(2009/C 27/14)

Mediante carta de 25 de octubre de 2007, la Presidencia francesa del Consejo solicitó al Comité Económico y Social Europeo que, de conformidad con el artículo 262 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, elaborara un Dictamen exploratorio sobre el tema:

El cambio climático y la agricultura en Europa

.

La Sección Especializada de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente, encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, aprobó su dictamen el 4 de junio de 2008 (ponente: Sr. RIBBE; coponente: Sr. WILMS).

En su 446o Pleno de los días 9 y 10 de julio de 2008 (sesión del 9 de julio) el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 94 votos a favor, 30 votos en contra y 13 abstenciones el presente Dictamen.

  1. Síntesis de las conclusiones y recomendaciones del Comité

    1.1 Mediante carta de fecha 25 de octubre de 2007, la Presidencia francesa del Consejo encargó al CESE que elaborase un dictamen exploratorio sobre el tema «Las relaciones entre el cambio climático y la agricultura en Europa». Además, se pidió explícitamente al Comité que abordara también la problemática de los biocarburantes.

    1.2 El CESE muestra su preocupación extrema por las consecuencias negativas que el cambio climático tendrá para la agricultura europea y, por ende, también para el dinamismo económico de numerosas zonas rurales. En este sentido, podrían darse repercusiones gravísimas en Europa meridional, en especial en razón de periodos de sequía más largos que cabría esperar que pueden llevar hasta la falta de agua. Estas consecuencias pueden provocar un colapso total de las actividades agrarias. Pero también en las demás regiones de Europa los agricultores deberán combatir problemas cada vez más graves derivados de los cambios climáticos, que, por ejemplo, se manifestarán en fuertes alteraciones del calendario de precipitaciones. A ello se podrían añadir problemas ligados al surgimiento o la recrudescencia de las enfermedades vegetales o las infestaciones parasitarias.

    1.3 El CESE, en consecuencia, exhorta a los responsables políticos a actuar con celeridad y a integrar la política de protección climática en todos los demás ámbitos políticos.

    1.4 La agricultura no se limita a ser víctima del cambio climático, sino que también contribuye a las emisiones de efecto invernadero; concretamente, se trata al respecto no de emisiones de CO2, sino de metano y óxido nitroso, originadas por los cambios en la utilización del suelo y la propia producción agraria. El CESE pide a la Comisión que, al objeto de extraer opciones de acción política, por ejemplo en el marco de la política de ayudas, analice con más precisión cómo se diferencian las formas de uso de la tierra por su incidencia en el clima. En este sentido, acoge favorablemente el anuncio de la Comisión de que en adelante integrará en mayor medida la protección del clima en la política agrícola común.

    1.5 La agricultura puede aportar una importante contribución a la protección del clima, velando, por ejemplo, no sólo por mantener las reservas de carbono existentes en el suelo, sino también por aumentarlas mediante la formación sistemática de humus, reduciendo el consumo de energía y produciendo biomasa de manera ecológica y sostenible para usos energéticos.

    1.6 La futura estrategia de la UE sobre biocarburantes que se perfila actualmente y que, según datos de la Comisión, también conlleva un considerable volumen de importaciones de materias primas agrícolas, es, en opinión del CESE, inapropiada para materializar los objetivos climáticos de manera económicamente rentable, así como para crear en el sector agrario nuevos puestos de trabajo y generar ingresos complementarios. En vez de esta estrategia sobre biocarburantes debería más bien elaborarse una estrategia sobre biomasa bien pensada que no dependa de importaciones, sino que, de manera más intensa que hasta la fecha, trate de convertir los subproductos y desechos agrarios en energía utilizable y reserve a los agricultores un papel activo en círculos energéticos nuevos que han de organizarse de manera descentralizada.

  2. Principales elementos y contexto del Dictamen

    2.1 La agricultura es el sector económico que depende en mayor medida de las condiciones naturales (y, en consecuencia, del clima), y que las utiliza, modifica o configura.

    2.2 Su principio reside en un uso sistemático de la energía solar mediante la fotosíntesis de las plantas para, de ese modo, obtener energía en forma de alimentos y piensos. La energía asociada a la fotosíntesis se ha utilizado también desde hace mucho tiempo como fuente de calor (por ejemplo, la biomasa en forma de madera).

    2.3 Las condiciones climáticas existentes en Europa que hasta el presente han sido muy buenas para la agricultura constituyen un factor determinante para el sector, de múltiples facetas y estructurado de manera muy diversa. Esto significa también que una modificación de las condiciones deberá tener consecuencias en la agricultura y las estructuras regionales medioambientales, económicas y sociales vinculadas a ella.

  3. Observaciones generales

    La agricultura como víctima del cambio climático

    3.1 Los cambios climáticos, en particular el previsible aumento de las temperaturas y, aún en mayor medida, la variación del volumen de las precipitaciones, afectarán a la agricultura de algunas regiones de Europa de manera devastadora. Especialmente en Europa meridional, la falta persistente de lluvias, que podría convertirse en sequías con la consiguiente posibilidad de desertificación, hará probablemente imposible la producción agraria. Además, los incendios pueden afectar masivamente a las superficies agrarias (1). Catástrofes de gran magnitud amenazan la economía de estas regiones. Según todos los estudios científicos, el cambio climático incidirá en las plagas y enfermedades, las cuales reducirán de forma muy significativa los rendimientos de los cultivos más importantes para la alimentación. La alteración en el ciclo vital de los patógenos dará lugar a:

    2014 Cambios en la distribución geográfica de los patógenos.

    2014 Cambios en la incidencia y severidad de las enfermedades.

    2014 Modificación en la estrategia empleada para el control de enfermedades.

    3.2 En este contexto, el CESE se remite a las distintas publicaciones e iniciativas de la Comisión sobre el tema, entre otras, a la Comunicación «Afrontar el desafío de la escasez de agua y la sequía en la Unión Europea» (2), a los conceptos y planes en ella formulados, al Libro Verde «Adaptación al cambio climático en Europa: Opciones de actuación para la UE», e igualmente al hecho de que la Comisión ha destacado la necesidad de desarrollar estrategias para la utilización del suelo. Además, en varios países hay en marcha actividades en este ámbito.

    3.3 En su mayoría, los ciudadanos y también los responsables políticos no están probablemente en condiciones de poder hacerse una idea de lo que significará que, por ejemplo en Europa meridional, se dejen de explotar grandes extensiones de tierras debido a la falta de suficiente agua disponible y a los episodios de temperaturas extremas. Esto también tendrá consecuencias negativas para el empleo en las regiones afectadas a causa de cambios en el uso del suelo.

    3.4 Por esta razón, el CESE recomienda a todos los responsables políticos que hagan cuanto sea necesario para contener en el mínimo nivel posible la incidencia negativa en la agricultura gracias a un programa de protección climática, global y de amplio alcance. Además, es indispensable acometer actuaciones destinadas a la adaptación de la actividad agraria al cambio climático. El sector agrario habrá de adaptarse de forma eficiente y rápida a las transformaciones y alteraciones que tendrán lugar en el clima, ya que del éxito o fracaso de estas acciones dependerá la continuidad de la actividad agraria.

    3.4.1 Según el último informe OCDE y FAO, la investigación y la innovación deben ser factores claves en la lucha contra el cambio climático. Entre las acciones de adaptación debe considerarse el fomento de nuevas especies y variedades vegetales más adaptadas al cambio climático. En este sentido, cobran especial relevancia los...

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