Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de los interlocutores sociales en la mejora de la situación de los jóvenes en el mercado de trabajo» (Dictamen exploratorio)

SectionActos preparatorios

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de los interlocutores sociales en la mejora de la situación de los jóvenes en el mercado de trabajo» (Dictamen exploratorio)

(2008/C 204/20)

El Comité Económico y Social Europeo recibió, con fecha de 19 de septiembre de 2007, una carta de consulta de la futura Presidencia eslovena sobre

El papel de los interlocutores sociales en la mejora de la situación de los jóvenes en el mercado de trabajo

La Sección Especializada de Empleo, Asuntos Sociales y Ciudadanía, encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, aprobó su dictamen el 21 de febrero de 2008 (ponente: Sr. SOARES; coponente: Sra. PÄÄRENDSON).

En su 443o Pleno de los días 12 y 13 de marzo de 2008 (sesión del 12 de marzo), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 119 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones el presente Dictamen.

  1. Síntesis de las propuestas del CESE

    1.1 El CESE expresa su satisfacción por la prioridad que la Presidencia eslovena (primer semestre de 2008) ha decidido otorgar a la integración de los jóvenes en el mundo laboral, que actualmente representa uno de los principales desafíos para la Unión Europea.

    1.2 Esta prioridad se corresponde perfectamente con los objetivos de la Estrategia de Lisboa revisada para el crecimiento y el empleo, que, con la actualización de las «Directrices para el Empleo», ha entrado en su segundo ciclo. La Estrategia de Lisboa, al señalar como objetivo estratégico el pleno empleo, ponía como ejemplo que la competitividad de la economía y de las empresas no es incompatible con el bienestar de los ciudadanos, la satisfacción laboral y la disposición de empleo de calidad y condiciones de trabajo decentes. En ese sentido, los Estados miembros deberían abordar de manera más amplia y sistemática las causas del desempleo juvenil en sus PNR (planes nacionales de reforma), teniendo en cuenta el Pacto Europeo para la Juventud.

    1.3 El CESE suscribe la opinión de la Comisión de que mantener el crecimiento y la prosperidad en Europa, fomentando a la vez la cohesión social y el desarrollo sostenible, depende de la plena contribución y de la participación de todos los jóvenes. Es preciso garantizar a los jóvenes unas condiciones adecuadas para el ejercicio activo de la ciudadanía, tanto más cuanto que su número está disminuyendo en el conjunto de la población.

    1.4 Los jóvenes se encuentran actualmente en una situación crítica a distintos niveles, pero que reviste una especial gravedad en lo que se refiere a su integración en el mercado de trabajo, ya que el desempleo juvenil en el grupo de edad comprendido entre los 15 y los 24 años (1) es, de acuerdo con las estadísticas europeas, 2,4 veces superior al del grupo de edad comprendido entre los 25 y los 54 años, a pesar de que se observa una ligera mejoría en los indicadores de 2007.

    1.5 El CESE considera que el trabajo, además de ser un factor de producción esencial para el desarrollo socioeconómico de las sociedades, es actualmente una de las fuentes de dignificación y valorización humanas, y brinda posibilidades para la socialización.

    1.6 La característica esencial del empleo en el siglo XXI es la capacidad de aprender y adaptarse durante toda la vida activa. El CESE identifica dos vías principales para mejorar la situación de los jóvenes en el mercado del empleo: proporcionarles más y mejor educación y mejorar la transición entre el final de la vida escolar y la inserción definitiva en la vida activa.

    1.7 El CESE es plenamente consciente de la dificultad de esa tarea, por lo que preconiza un esfuerzo conjunto de toda la sociedad en ese sentido, tanto más cuanto que la nueva generación es la que podrá llegar a sufrir de manera más aguda las consecuencias de una evolución negativa de los mercados.

    1.8 Efectivamente, los jóvenes del grupo de edad comprendido entre los 15 y los 24 años, además de sufrir una tasa de desempleo dos veces superior a la de los trabajadores adultos, son los que experimentan una mayor precariedad en las relaciones laborales que, en algunos países, llega a superar el 60 %, con profundas consecuencias en su nivel de autonomía, sus condiciones para formar una familia y en la decisión sobre el momento de la paternidad o maternidad, así como para el crecimiento y la financiación de los sistemas de seguridad social.

    1.9 Aunque el papel de los interlocutores sociales como agentes principales del mercado laboral, en la medida en que conocen su funcionamiento y sus necesidades, es determinante para encontrar vías que favorezcan la integración de los jóvenes en el mundo del trabajo, el CESE considera conveniente subrayar, una vez más, el papel fundamental que también desempeñan los sistemas educativos y de formación profesional para dotar a los jóvenes, teniendo en cuenta su diversidad, de las capacidades y competencias necesarias para enfrentarse a un mundo en constante transformación.

    1.10 Por otra parte, sólo colaborando con los gobiernos nacionales, regionales y locales, con los distintos agentes de la sociedad civil, otorgando un papel destacado a las organizaciones juveniles, a las universidades como polos de investigación y ciencia, y con el apoyo activo de las familias y las redes sociales juveniles, de mayor alcance, será posible que los interlocutores sociales actúen para integrar mejor a los jóvenes en el mercado laboral.

    (1) Cabe señalar que en algunos Estados miembros la edad mínima en que los jóvenes pueden trabajar es superior a los 15 años.

    1.11 Tomando en consideración el texto conjunto de los interlocutores sociales europeos «Marco de acciones para el desarrollo permanente de competencias y cualificaciones» (2), así como análisis recientes de los mayores desafíos a que se enfrentan los mercados de trabajo, que contribuyen a los esfuerzos de la Comisión para que los mercados laborales sean a la vez más adaptables e integradores, el CESE identifica algunos objetivos específicos y algunos ámbitos de intervención en los que ese papel debe ser más decisivo.

    1.12 La actuación de los interlocutores sociales debe guiarse por los siguientes objetivos centrales:

    - influir en los gobiernos nacionales para que lleven a cabo reformas adecuadas y desarrollen políticas nacionales que contribuyan a mejorar la situación de los jóvenes en el mercado de trabajo;

    - utilizar todos los medios a su disposición, en particular los programas del Fondo Social Europeo (3), para ofrecer a todos los jóvenes la posibilidad de realización personal a través de un puesto de trabajo estable, de calidad y adecuadamente remunerado, recurriendo a formas de trabajo y de gestión de los horarios laborales nuevas y más avanzadas, combinadas con nuevas formas de seguridad en el empleo, con el fin de garantizar transiciones más suaves, una mayor movilidad y un mayor equilibrio entre la vida profesional y la privada;

    - acortar el período de transición entre el final de la vida escolar y la inserción definitiva en la vida activa, y proporcionar a los jóvenes su primera oportunidad laboral con una perspectiva de seguridad en el futuro durante ese período de transición;

    - llenar de manera constructiva el período de inactividad de los jóvenes que se encuentran en situación de desempleo o buscando el primer empleo;

    - facilitar la integración de los sectores más vulnerables de la juventud (jóvenes con problemas sociales, con discapacidad, o que han abandonado prematuramente el sistema escolar, jóvenes migrantes, etc.);

    - garantizar la conciliación de la vida profesional con la vida personal y familiar;

    - asegurar un equilibrio adecuado entre la flexibilidad y la seguridad, diferenciando entre aquellos que pueden escoger la flexibilidad porque disponen de seguridad y aquellos que son víctimas de la flexibilidad porque carecen de seguridad;

    - garantizar una mayor cooperación entre empresas, centros de enseñanza secundaria y universidades;

    - incentivar el espíritu empresarial, la creatividad y la innovación, y ayudar a los jóvenes a entender que es su responsabilidad continuar aprendiendo; en este contexto, las

    autoridades públicas deben asumir su parte de responsabilidad proporcionando un vínculo eficaz entre el sistema educativo y el mercado laboral;

    - aumentar la calidad y los atractivos del aprendizaje en el entorno laboral (prácticas);

    - fomentar medidas que eviten el desempleo de larga duración en los grupos más jóvenes;

    - divulgar entre los jóvenes sus derechos económicos y sociales, y respetar y hacer respetar el principio de igualdad y no discriminación.

    1.13 Los ámbitos de intervención son múltiples y diversos, pero pueden clasificarse en siete grandes grupos:

    - Educación y enseñanza: interviniendo a nivel nacional, regional y local, sensibilizando a las escuelas y a los docentes para que logren una mayor vinculación al mundo laboral, abriendo las empresas y los sindicatos a la escuela y fomentando o participando en iniciativas de las escuelas con ese objetivo, así como estableciendo colaboraciones con las escuelas con miras a proporcionar a los jóvenes experiencias de aprendizaje en las empresas.

    - Formación profesional: participando en la concepción y organización de los sistemas de formación profesional...

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