Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «La Economía del Bien Común: un modelo económico sostenible orientado a la cohesión social» (Dictamen de iniciativa)

Sectiondictamen

15.1.2016 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 13/26

Ponente: Carlos TRIAS PINTÓ Coponente: Stefano PALMIERI

El 19 de febrero de 2015, de conformidad con el artículo 29, apartado 2, de su Reglamento interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema

La Economía del Bien Común: un modelo económico sostenible orientado a la cohesión social.

La Sección Especializada de unión económica y monetaria y Cohesión Económica y Social, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 10 de julio de 2015.

En su 510o pleno de los días 16 y 17 de septiembre 2015 (sesión del 17 de septiembre), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 144 votos a favor, 13 en contra y 11 abstenciones, el presente dictamen.

1.1. El CESE considera que el modelo de la Economía del Bien Común (EBC) (1) está concebido para incluirse en el marco jurídico europeo y nacional con el fin de avanzar hacia un mercado único europeo a través de una economía más ética basada en los valores europeos y los logros de las políticas de responsabilidad social, creando además sinergias encaminadas a su refuerzo.

1.2. La Economía del Bien Común es un enfoque holístico cuyos conceptos están cerca de los valores fundamentales de la Economía Social, la Economía Circular, la Economía Participativa, la Economía de la Funcionalidad, la Economía Basada en los Recursos y la Economía Azul.

1.3. La Economía del Bien común se apoya en las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y las universidades, y se considera un modelo viable que refuerza los valores europeos y la cohesión social, a la vez que fomenta un sistema económico responsable. De hecho, la EBC cuenta con el respaldo de más de cien grupos locales, cerca de dos mil empresas (2) y diversas organizaciones sociales.

1.4. En consonancia con la Estrategia Europa 2020, propone la transición hacia un «mercado europeo ético» que promoverá la innovación social, elevará la tasa de empleo y será beneficioso para el medio ambiente. El «mercado europeo ético» podrá construirse mediante la aplicación de varias estrategias:

1.4.1. Indicadores del bienestar y el desarrollo social más allá del PIB (3), como el Producto del Bien Común y los Balances del Bien Común.

1.4.2. La elaboración de políticas destinadas a reconocer a las empresas que contribuyen en mayor medida al bien común, como la contratación pública ética y la promoción del comercio interior ético.

1.4.3. Promover el comercio exterior ético, como la «marca Europa». De esta forma, Europa allanará el camino para obtener un reconocimiento como un mercado ético, y las empresas europeas liderarán el mercado mundial ético y contribuirán a la promoción de los derechos humanos, las normas laborales y la protección del medio ambiente en todo el mundo.

1.4.4. Animar a todos los tipos de emprendedores que creen organizaciones con el objetivo de contribuir al bien común.

1.4.5. Fomentar el consumo ético y la sensibilización entre los consumidores europeos.

1.4.6. Aumentar la diversidad del ecosistema financiero promoviendo redes de bancos éticos y mercados de valores en toda la UE.

1.5. El CESE exige a la Comisión Europea que, en el marco de la estrategia renovada de RSE, lleve a cabo un salto cualitativo que recompense –en términos de contratación pública, acceso a los mercados exteriores, ventajas fiscales, etc.– a aquellas empresas que puedan demostrar un mayor rendimiento ético.

2.1. La economía y, por ende, la política económica, desempeñan un papel fundamental en la sociedad actual, convirtiéndose en la piedra angular del éxito o fracaso del resto de las políticas básicas para el bienestar de los ciudadanos: educativas, sanitarias, de servicios sociales, culturales, medioambientales, tecnológicas o de innovación. Todas ellas dependen, en buena medida, de la situación económica que atraviesen los distintos ámbitos territoriales.

2.2. La crisis, que sigue teniendo un impacto negativo en las economías de los Estados miembros y la calidad de vida de los ciudadanos europeos, ha puesto de manifiesto la escasa resiliencia del sistema económico y social de la UE.

2.3. Por otro lado, de acuerdo con la Encuesta Mundial de 2014 (4) de la Confederación Sindical Internacional (CSI), no existe un solo país donde la mayoría de la población crea que el sistema económico es justo. En este sentido, cuatro de cada cinco personas (78 %) están convencidas de que el sistema económico favorece a los ricos. Asimismo, el 88 % de los alemanes y el 90 % de los austriacos desea «un nuevo orden económico» —encuesta de la Fundación Bertelsmann (5)— y, sin lugar a dudas, este dato se refrenda en aquellos países que han padecido con más severidad la crisis económica, como Grecia, Portugal, Irlanda, España o Italia.

2.4. Teniendo en cuenta los avances realizados por la Comisión en el ámbito de la innovación social y el Dictamen del CESE SC/39 «Balance de la Estrategia Europa 2020», el informe sobre la revisión intermedia de la Estrategia Europa 2020 y la iniciativa del Comité Director Europa 2020 «Hablemos de felicidad — más allá del PIB», es evidente que, si queremos apoyar eficazmente la competitividad económica y la cohesión social, se requiere un cambio de paradigma para divulgar los objetivos económicos, medioambientales y sociales verdaderamente interdependientes, así como alcanzar un mayor equilibrio entre los aspectos cualitativos y...

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