Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Lanzamiento de un proceso de consulta pública sobre la nueva configuración del mercado de la energía» [COM(2015) 340 final]

Sectiondictamen
Issuing OrganizationParlamento Europeo

3.3.2016 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 82/13

Ponente: Lutz RIBBE

El 15 de julio de 2015, de conformidad con el artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la Comisión Europea decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Lanzamiento de un proceso de consulta pública sobre la nueva configuración del mercado de la energía

[COM(2015) 340 final].

La Sección Especializada de Transportes, Energía, Infraestructuras y Sociedad de la Información, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 7 de enero de 2016.

En su 513.o pleno de los días 20 y 21 de enero de 2016 (sesión del 20 de enero), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 212 votos a favor, 4 votos en contra y 7 abstenciones el presente dictamen.

1.1. El CESE acoge con satisfacción la Comunicación y apoya muchas de las propuestas que esta recoge, que son una consecuencia lógica de las reflexiones sobre la Unión de la Energía Europea.

1.2. Las mejoras presentadas de los mercados, incluido el mercado intradiario, la supresión de los controles que distorsionan la competencia, la gestión de la demanda y la creación de señales de precios adecuadas son, en principio, medidas correctas e importantes para la nueva configuración del mercado de la energía, que en el futuro se ajustará a las singularidades de las energías renovables variables producidas de forma descentralizada.

1.3. El suministro seguro y asequible de las empresas y los hogares con energía (limpia) es una base existencial para la economía y los ciudadanos en la sociedad moderna. Por consiguiente, el sistema energético es básicamente una cuestión de toda la sociedad cuya realización necesita de un equilibrio adecuado entre el mercado y la regulación. Hasta la fecha, este asunto no se había discutido políticamente lo suficiente, pero tampoco se hace en esta Comunicación.

1.4. Se puede llegar al objetivo de conseguir un suministro energético de baja emisión de carbono con un porcentaje elevado de fuentes de energía renovables a corto o medio plazo únicamente si todos los participantes en el mercado (incluidos los nuevos) tienen a su disposición opciones de flexibilidad tales como suficiente capacidad de almacenamiento, opciones de demanda flexibles y favorables a los consumidores como tecnologías de generación de electricidad flexibles (por ejemplo, la producción combinada de calor y electricidad), así como suficientes infraestructuras de distribución de electricidad consolidadas y conectadas, si los consumidores son informados de forma suficiente, oportuna y correcta, y se les da la posibilidad de buscar oportunidades de comercialización, y si las inversiones necesarias en tecnología e infraestructura son rentables. Esta situación todavía no se da.

1.5. Las señales de precios son importantes, ya que para la reestructuración del sistema actual se requieren inversiones elevadas. A los precios actuales de bolsa, de 30 o 40 EUR/MWh, las inversiones no pueden refinanciarse, independientemente de si se invierten en plantas de generación de energía o en tecnologías de almacenamiento. Tales precios solo pueden lograrse debido a que, entre otras cosas, en el mercado circula una gran cantidad de electricidad generada en centrales eléctricas ya amortizadas y a que se pagan subvenciones a las centrales eléctricas de carbón, centrales nucleares y energías renovables de energía adquirida. En otras palabras, los precios actuales ni siquiera reflejan la estructura de costes real. A causa de las subvenciones y la sobrerregulación, los precios en las bolsas de la electricidad ofrecen una visión distorsionada de los auténticos costes de la electricidad. Solo con precios realistas y transparentes se pueden obtener las señales adecuadas a la vista de las elevadas inversiones necesarias para transformar el sistema actual.

1.6. Por lo tanto, la fijación de precios necesita planteamientos totalmente nuevos a fin de crear una base económica para la nueva y deseada calidad de la red (que también incluye la gestión de la demanda y el almacenamiento de la energía). Un planteamiento sería orientar en mayor medida los elementos regulatorios hacia las novedades que se desea introducir y evaluar mejor la estabilidad del sistema.

1.7. En el futuro, los precios deberán reflejar el coste total real de la generación de energía eléctrica, su distribución y eliminación, incluidos también los efectos externos negativos (como las emisiones de CO2). La fijación de los precios debe ser realista, lo que presupone, entre otras cosas, que la Comisión adapte su propio régimen de ayudas y que se eliminen los precios fijados por el Estado que siguen existiendo. Hasta la fecha, la Comisión sigue sin presentar un planteamiento coherente en este sentido.

1.8. El mayor desafío técnico del nuevo sistema energético radica en el hecho de que el flujo de energía eléctrica en el futuro no se controlará de forma centralizada desde grandes centrales eléctricas ubicadas a grandes distancias de los consumidores (de forma descendente), sino que surgirán nuevas «islas de producción y suministro», basadas en un gran número de fuentes de energía renovable descentralizadas y en parte variables, que deben conectarse en red entre sí (de forma descendente) y en las que la gestión de la demanda (incluido el almacenamiento) y la comercialización regional y local desempeñarán un papel destacado.

1.9. El CESE ha subrayado en repetidas ocasiones que estos nuevos sistemas de energía descentralizados ofrecen oportunidades, y no solo en lo que respecta a la aceptación pública de los cambios estructurales y las inversiones necesarias (1). Asimismo pueden surgir nuevas perspectivas para la economía regional y nuevas oportunidades de creación de valor fuera de las estructuras conocidas hasta el momento. Las nuevas tecnologías permiten volver a vincular el desarrollo regional con la política energética. Por otra parte, las islas de suministro en red constituyen una mejora de la situación de seguridad ante un posible ataque contra infraestructuras críticas.

1.10. Por lo tanto, la Comisión debe considerar el sistema comercial desde la infraestructura energética que se necesita y no debe intentar que los cambios necesarios en la infraestructura energética sean compatibles con el sistema comercial en vigor. Asimismo, debe examinar, junto con los operadores del mercado, qué cambios en las infraestructuras energéticas y el régimen de comercio crearían las condiciones apropiadas para conseguir un sistema de energía más diversificado, flexible, centrado en el consumidor y con una buena relación coste-eficacia.

1.11. El CESE no solo acoge con satisfacción las declaraciones de la Comisión sobre la nueva diversidad de actores, sino que considera esencial la participación activa de los consumidores (es decir, las empresas, los ciudadanos, las empresas de públicos, etc.) en la producción y comercialización directa, de carácter regional o local. Si las empresas privadas, los ciudadanos o las empresas de servicios públicos deciden utilizar el potencial energético local o regional disponible —por ejemplo, en forma de plantas de energía solar o eólica gestionadas de forma conjunta—, deberían poder aprovechar la energía generada directamente con más facilidad que en el pasado, sin la intermediación de los mercados de valores o distribuidores, y poder comercializar la energía de forma directa sin dificultades. También sobre estos aspectos el documento de la Comisión deja muchas cuestiones abiertas.

1.12. La Comisión ha señalado en numerosas ocasiones que siguen existiendo muchos obstáculos para las energías renovables que deberían eliminarse y que sería necesario promover las fuentes de energía renovables desde una perspectiva regional y conforme a las exigencias del mercado. El CESE también comparte esta opinión, pero observa que ampliar el mercado y reducir la normativa no darán lugar, por sí solos, a un incremento de la producción de energía renovable. Sin embargo, la Comunicación presentada no aporta ninguna indicación sobre las ideas concretas que la Comisión pueda tener al respecto.

2.1. El desarrollo de una Unión de la Energía resistente a las crisis con una estrategia de...

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