Dictamen del Comité del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones «CARS 2020: Plan de Acción para una industria del automóvil competitiva y sostenible en Europa»[COM(2012) 636 final]

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ES Diario Oficial de la Unión Europea 19.9.2013

Dictamen del Comité del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones «CARS 2020: Plan de Acción para una industria del automóvil competitiva y sostenible en Europa»

[COM(2012) 636 final]

(2013/C 271/20)

Ponente: Virgilio RANOCCHIARI

Coponente: Monika HRUSECKÁ

El 8 de noviembre de 2012, de conformidad con el artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la Comisión Europea decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones - CARS 2020: Plan de Acción para una industria del automóvil competitiva y sostenible en Europa

COM(2012) 636 final.

La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 12 de marzo de 2013.

En su 490 o pleno de los días 22 y 23 de mayo de 2013 (sesión del 23 de mayo), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 147 votos a favor, 1 en contra y 6 abstenciones el presente dictamen.

Conclusiones y recomendaciones

El Comité Económico y Social Europeo (CESE) valora positivamente el compromiso de la Comisión Europea, y particularmente de su vicepresidente TAJANI, comisario de Industria, que ha querido verificar primero la situación de la industria automovilística escuchando a todas las partes interesadas presentes en el Grupo de Alto Nivel CARS 21,y después, basándose en los resultados de este ejercicio, ha decidido poner en marcha un plan de acción para afrontar la difícil situación del sector y favorecer la recuperación.

El Plan de Acción incluido en la Comunicación CARS 2020 plantea reflexiones y recomendaciones que merecen una aprobación total en, al menos, tres de sus cuatro puntos determinantes: la participación en la financiación de la investigación, una legislación inteligente que no aumente inútilmente los costes del sector y una mayor internacionalización del propio sector. Respecto al cuarto punto, el CESE apoya la sugerencia de la Comisión de que se anticipen los cambios, aunque sigue albergando algunas dudas sobre el proceso de reestructuración.

Se trata de una estrategia ambiciosa, que pretende equilibrar la lucha contra el cambio climático con una mayor necesidad de competitividad; es decir, disponer de un sector automovilístico cada vez más competitivo y sostenible, venciendo el reto de una competencia exterior e interior cada vez más agresiva y garantizando una vía socialmente aceptable para esta

Para conseguir ese resultado es necesario actuar en el ámbito de una política económica y comercial común, utilizando todos los medios disponibles a nivel europeo para aplicar

con la máxima urgencia las medidas recomendadas, superando las divisiones que hasta ahora no han permitido afrontar la crisis de forma rápida y coordinada, y revisando si es preciso determinadas orientaciones, o incluso decisiones, que pueden obstaculizar la realización del plan y por tanto la deseada recuperación del sector.

1.5 Un primer problema, que podría ser un reflejo de los tiempos que corren, es la limitada disponibilidad de fondos para acompañar las ingentes inversiones en investigación, desarrollo e innovación que deberán realizar cada vez más tanto los fabricantes como sus proveedores de componentes para cumplir las metas establecidas por la Comisión en los próximos años. El problema es aun más grave para las pymes y otras empresas relacionadas y con frecuencia dependientes que operan en el sector.

1.6 El CESE aprueba la opción de la Comisión de evitar la concesión de incentivos que se centren en una tecnología específica, es decir, reservados a una sola tecnología con exclusión de todas las demás. Sin embargo, esta decisión no debe dar lugar a que los incentivos a corto y medio plazo (por ejemplo el metano, el GPL y las últimas generaciones de motores de alta eficiencia) puedan crear obstáculos al desarrollo de tecnologías a medio y largo plazo, como el vehículo eléctrico y el de hidrógeno.

1.7 Por lo que se refiere a los reglamentos sobre el CO

2 , el

CESE considera que solo un enfoque de evaluación del ciclo de vida (LCA: life cycle assessment) puede contribuir a mitigar la huella medioambiental total de los vehículos.

ES Diario Oficial de la Unión Europea C 271/105

La Comunicación confirma que estamos ante un importante proceso de reestructuración de la industria automovilística europea (incluso con un posible cierre de fábricas) que tendrá repercusiones en el empleo, pero no analiza ni aporta datos concretos sobre el fenómeno principal subyacente, es decir, el exceso estructural de capacidad productiva en Europa. Aunque no se disponga de datos exactos sobre la dimensión de este fenómeno, las estimaciones de los analistas del sector indican un exceso de capacidad que oscila entre tres y cinco millones de vehículos. El CESE pide a la Comisión que emprenda rápidamente un estudio más detallado que pueda aportar cifras más precisas sobre el empleo, el exceso de capacidad y los costes de la infrautilización de las capacidades.

Parece por tanto demasiado «abandonista» la postura de la Comisión de querer desempeñar solo un papel complementario respecto a las empresas, los Estados y las regiones, teniendo en cuenta además que no dar una solución compartida al problema puede debilitar otro objetivo del propio documen mejorar la competitividad en los mercados globales. El CESE considera por tanto que el tema del exceso de capacidad productiva no puede ser abordado de forma dispersa, sino que hace falta un guía que coordine el proceso mismo.

Lamentando que este aspecto del problema, que tiene una enorme importancia social, no se haya afrontado adecuadamente en el Plan de Acción, el CESE insta a la Comisión Europea a ocuparse de él ejerciendo su derecho de iniciativa, elaborando orientaciones y recopilando buenas prácticas a las que se haya recurrido en el pasado para evitar los despidos. La Comisión puede, y a juicio del CESE debe, con la debida urgencia, asumir un papel de coordinación y, llegado el caso, también apoyar financieramente una vasta operación de reestructuración que, si no se gestiona adecuadamente, podría tener efectos desestabilizadores en muchas regiones de Europa, con graves consecuencias para el empleo en este sector. El CESE recomienda encarecidamente que los entes regionales y locales participen de forma plena en todos los planes de reestructuración.

Por último, para que esta operación tenga éxito y consiga preservar la base manufacturera del sector en Europa, es necesario reforzar un diálogo social abierto y constructivo. Solo de este modo se podrá garantizar un equilibrio justo entre los distintos componentes del Plan de Acción, dando prioridad al capital humano en lo que se refiere tanto a la recalificación de los trabajadores como a la gestión de los excedentes de plantilla cuando la pérdida de puestos de trabajo parezca inevitable. Lo mismo cabe decir de las industrias asociadas que afrontan los mismos problemas graves.

A corto plazo, sería necesario establecer un marco europeo para las medidas paliativas de las repercusiones sociales, con el fin de evitar distorsiones del mercado laboral de la UE, aprovechando las lecciones extraídas de la crisis de 2008-2009. En este período de transición será fundamental el papel de los interlocutores sociales.

En conclusión, el CESE considera que la Unión Europea debe reforzar toda su política industrial y, en especial, la del manufacturero. Los objetivos de la Estrategia Europa 2020 no pueden alcanzarse sin un entramado industrial fuerte y competitivo, que se encuentra en la base del desarrollo económico de la Unión. Son imprescindibles políticas proactivas

que apoyen la innovación y el desarrollo, y que transformen los problemas actuales en oportunidades para el futuro. La industria del automóvil requiere una política industrial centrada en el crecimiento sostenible y no únicamente en la reducción de la producción. Hacen falta inversiones en capital y en recursos humanos cada vez más preparados y cualificados. Las tecnologías, los procesos, el diseño, etc., todo debe contribuir a que la industria europea del automóvil recupere la posición de liderazgo mundial. Hay que concentrarse en el desarrollo y la innovación para afrontar la competencia mundial. El eventual cierre de fábricas no bastará en ningún caso para resolver el problema.

  1. Introdu...

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