Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Diez años después, ¿hacia dónde va el euro? El futuro económico y político de la UE y el nuevo Tratado» (Dictamen de iniciativa)

SectionDictamen de propia iniciativa

ES Diario Oficial de la Unión Europea 19.9.2013

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Diez años después, ¿hacia dónde va el euro? El futuro económico y político de la UE y el nuevo Tratado» (Dictamen de iniciativa)

(2013/C 271/02)

Ponente: Carmelo CEDRONE

El 12 de julio de 2012, de conformidad con el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema

Diez años después, ¿adónde va el euro? El futuro económico y político de la UE y el nuevo Tratado

La Sección Especializada de Unión Económica y Monetaria y Cohesión Económica y Social, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 4 de abril de 2013.

En su 490 o pleno de los días 22 y 23 de mayo de 2013 (sesión del 22 de mayo de 2013), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 134 votos a favor, 27 en contra y 22 abstenciones... el presente dictamen.

Conclusiones y propuestas para el futuro del euro

El CESE considera que el nacimiento del euro y de la UEM constituye el hito más importante en el camino recorrido por Europa. Formaba parte de un diseño estratégico de la Unión que se enmarcaba en la visión inspirada por la CECA y el Tratado de Roma. Fue un gran ejercicio de valentía, una apuesta por el futuro que suscitó tantas expectativas que en todos nació la convicción de que, gracias a su fuerza, la moneda única acabaría con la resistencia aún persistente, que había impedido llevar a la práctica una UEM y una unión política completas, tal como habría sido necesario. Con todo, el euro sigue siendo la premisa de estos objetivos.

Sin embargo, debemos conceder que, tras veinte largos años, esto no se ha cumplido, quizás porque durante este periodo el euro no ha sufrido graves sacudidas, ni internas ni externas, o quizás por la falta de confianza que sigue existiendo en Europa entre los países acreedores y los deudores, que implica, a la postre, una falta de cohesión y de confianza hacia quien nos gobierna. Así las cosas, todos han preferido acomodarse en la calma chicha y el bienestar existente: todo parecía marchar sobre ruedas, pero se trataba de una calma aparente. Efectivamente, la llegada de la crisis económica y financiera internacional, que descargó en la UE, hizo sonar las alarmas y sacar estrepitosamente a la luz los límites y las contradicciones de la estructura de la UEM, quitando al euro su poder de atracción. En un primer momento se creyó que para hacer funcionar la UEM bastarían algunas «reglas contables», como el Pacto de Estabilidad, pero el problema no era técnico, sino económico y político.

El CESE reconoce la importancia de la estabilidad. No obstante, la estabilidad no debe referirse únicamente a los precios o a las entidades económico-financieras, sino también a la política y las condiciones sociales. Con toda razón, los ciudadanos tienen la impresión de que son ellos quienes están pagando el precio más alto por la crisis, quienes deben reembolsar la deuda, y no los bancos que tuvieron un papel decisivo en la crisis, y lo consideran injusto. El CESE se muestra convencido de sostenibilidad política de la austeridad no podrá durar mucho; es más, en algunos países ya se han superado

1.4 Por todo ello, el CESE considera que la moneda única sólo será sostenible si se alcanza una convergencia de las capacidades económicas de los países de la zona del euro y un incremento de la competitividad en su conjunto, un objetivo que requiere un compromiso económico y político. No basta con un escaso mantenimiento temporal. Hay que realizar un salto cualitativo que permita unir no sólo la moneda y la economía, sino también la política, la soberanía, las personas y la capacidad de diálogo entre los pueblos europeos. Necesitamos más integración política, menos dirigismo y una economía social de mercado para reactivar el crecimiento y el empleo, y para lograr que se perciba nuevamente el euro como una ventaja, y no al contrario.

1.5 Del dictamen se deduce evidentemente que las propuestas del CESE son proactivas, mientras que las respuestas a la crisis por parte de la Comisión y del Consejo han sido en su mayoría reactivas. Por ejemplo, cabe recordar que el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza hace hincapié en la estabilidad, sin proponer instrumentos financieros conjuntos para la recuperación y el empleo, aunque el acuerdo sobre el Mecanismo Único de Supervisión constituye un importante paso adelante, incluso sin un plan de trabajo creíble y concreto en materia de unión política. Por el contrario, Europa debe volver a producir riqueza para poder redistribuirla de manera equitativa. Esta es la mejor manera de reducir las protestas; no se puede imponer solo austeridad.

1.6 Como ya ha intentado señalar reiteradamente, el CESE solicita en cambio que se lleve a cabo una operación VERDAD sobre el euro y Europa para su protección, sobre sus límites políticos y económicos, sobre los beneficios y las pérdidas, y sobre las responsabilidades que nos han llevado a la situación actual; pide igualmente que se actúe con rapidez: no queda tiempo para la retórica, las artimañas ni las patrañas. Esta es la única manera de evitar la disolución de Europa, en declive desde hace ya tiempo. Con esta finalidad, sería mejor evitar las acusaciones de populismo a quienes protestan por los sacrificios impuestos. Europa debe aprender a escuchar sin presunciones; no puede seguir haciendo oídos sordos.

ES Diario Oficial de la Unión Europea C 271/9

Propuestas para completar la UEM: ¿qué eslabones faltan?

Eslabón económico

El CESE considera que la mejor manera de completar la UEM, evitar la recesión, reducir la deuda de los países y estabilizar los presupuestos es invertir el principio actual en el que se basa la cultura económica de la UE (la estabilidad para el crecimiento), partiendo del crecimiento y no de la austeridad, y convirtiéndolo en su objetivo principal, en favor de un nuevo pacto para promover (mutualizar) el crecimiento, el empleo y la estabilidad, también a través de la participación de los interlocutores sociales (el crecimiento para la estabilidad). El Comité se muestra convencido de que:

i) la recuperación no puede perseguirse únicamente a través de medidas de política monetaria (como la oferta de amplia liquidez al sistema bancario, bajos tipos de interés) y de política fiscal (restringida por el momento como consecuencia de la necesidad de consolidación fiscal en numerosos países), sino que debe promoverse también mediante mayores inversiones en los sectores de la energía y del medio ambiente e inversiones sociales, con el fin de crear una demanda de bienes de inversión y servicios por parte del sector privado que tenga también presentes las exigencias de las familias;

ii) mediante esta fórmula es posible reducir los niveles de desempleo muy elevados y generar los ingresos fiscales necesarios para disminuir la deuda pública y los déficits nacionales;

iii) estas inversiones no deberán financiarse exclusivamente mediante la fórmula de incrementar los impuestos y el gasto público, sino mediante obligaciones que capten los excedentes mundiales de ahorro, que carecen de salidas de inversión, con el fin de respaldar el crecimiento en la UE y a nivel mundial; este crecimiento se vería impulsado por la rentabilidad de los proyectos financiados, más que por transferencias fiscales entre los Estados miembros;

iv) debería ser prioritario reforzar la capacidad financiera de las empresas, sobre todo de las pymes, muchas de las cuales actualmente corren el riesgo de desaparecer porque no disponen de créditos bancarios suficientes que les permitan comprar componentes y materiales, y también porque los bancos centrales exigen unas garantías excesivas a los bancos que prestan a las pymes;

igualmente, hay que promover en este preciso momento la inversión pública en favor del crecimiento, manteniéndola por fuera del presupuesto mediante «reglas de oro», es decir, con un sistema de normas comunes que, a la espera de los eurobonos, tengan presente también el nivel de endeudamiento privado de los países ( 1

).

1.8 Llevar a la práctica políticas simétricas para lograr un euro sostenible y reducir el diferencial entre las economías de los países recurriendo a un plan solidario que asigne recursos a las inversiones hacia aquellos países con las economías más débiles, por medio de proyectos específicos y, si fuera necesario, con reasignaciones fiscales y con la integración del mercado laboral y de la política social. Esto implica, por lo tanto, actuar por medio de ajustes simétricos: fondos comunes para proteger los bancos que quiebran, un seguro europeo sobre los depósitos, bonos de la Unión, eurobonos, políticas comunes para reducir el déficit exterior de la UE, etc. (creación de un fondo común de compensación o ajuste).

1.9 Crear un gobierno económico de la UE, superando el actual método de coordinación de las políticas que no ha dado buenos resultados, transformando el Eurogrupo en un organismo de decisión por mayoría que se convierta en portavoz del euro; ya no es sostenible contar con la unión monetaria y la unión bancaria y mantener separadas las políticas económicas. En cambio, una gobernanza común (como ha ocurrido con el Pacto Presupuestario) a niveles macro y micro (lanzar un pacto industrial) podría dar un giro a la política económica y fiscal en favor del crecimiento, el empleo y la integración social.

1.10 Dotarse de un presupuesto común en la eurozona, obviamente con normas comunes, que unifique la política comercial y la balanza de pagos, que hoy presentan grandes diferencias; llevar a cabo la consolidación fiscal actuando en las estructuras de los multiplicadores para liberar recursos en favor del crecimiento y el empleo, y emprender las reformas que permitan incrementar la productividad de los países más débiles ( 2

).

1.10.1 No obstante, lo que sirve para reducir o mitigar las actuales...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT