Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — El acuerdo internacional de 2015 sobre el cambio climático: configuración de la política climática internacional después de 2020 [COM(2013) 167 final]

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ES Diario Oficial de la Unión Europea C 67/145

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones - El acuerdo internacional de 2015 sobre el cambio climático: configuración de la política climática internacional después de 2020

[COM(2013) 167 final]

(2014/C 67/29)

Ponente: Josef ZBOŘIL

El 8 de mayo de 2013, de conformidad con el artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la Comisión Europea decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones - El acuerdo internacional de 2015 sobre el cambio climático: configuración de la política climática internacional después de 2020

COM(2013) 167 final.

La Sección Especializada de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 1 de octubre de 2013.

En su 493 o pleno de los días 16 y 17 de octubre de 2013 (sesión del 16 de octubre de 2013), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 120 votos a favor, 3 en contra y 9 abstenciones el presente dictamen.

Conclusiones y recomendaciones

El CESE propugna un compromiso europeo proactivo, ambicioso y realista de cara a los posibles logros -en el sentido del dictamen del CESE sobre la Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050 (NAT 514) ( 1

)-,

que demuestre una capacidad de adaptación a las transformaciones del medio ambiente global. Todo futuro acuerdo sobre el clima deberá reflejar, como condición previa, cada uno de los tres pilares que constituyen la sostenibilidad, la transparencia y la responsabilidad. Una UE capaz de dar respuesta a los desafíos externos será capaz también de ofrecer un nuevo discurso a sus

El documento de la Comisión sirve plenamente de base para entablar el debate y emprender los preparativos de las próximas negociaciones sobre el cambio climático, de cara a alcanzar un acuerdo global plausible en 2015.

El Comité valora positivamente este intento por examinar los principios más relevantes del anhelado acuerdo global, a la vez que prestará su apoyo a la Comisión cuando acometa los trabajos preparatorios necesarios para dotar a dicho acuerdo de un marco de trabajo universal, ambicioso, eficaz, justo y equilibrado, transparente y jurídicamente vinculante. Las negociaciones internacionales sobre el cambio climático deberían ser un foro en el que los países se animen mutuamente y no se pongan

La labor subsiguiente deberá girar en torno a la aceptación general del acuerdo global de 2015, toda vez que el mapa geopolítico y económico del mundo ha sufrido transformaciones de gran calado en un corto período de tiempo. Estos profundos cambios han de tenerse en cuenta, como también debe evaluarse con detenimiento el papel de la política climática y energética de la UE durante la recesión económica y en los años

venideros. El CESE recuerda su opinión sobre el Séptimo Programa de acción de la UE en materia de medio ambiente ( 2 ) en el sentido de que la causa tanto de la crisis financiera y económica como de la crisis ecológica, que entre otras cosas se reflejan en el impacto climático, se encuentra en un uso excesivo de los recursos financieros y naturales, y que superar estas crisis requiere una nueva forma de pensar, como está consagrado por ejemplo en la estrategia de desarrollo sostenible de la UE. La economía del futuro deberá basarse en gran medida en combustibles no fósiles. Aun cuando la política de la UE sigue siendo ambiciosa, hay que fijar los objetivos paso a paso, en función del entorno global, y definir con claridad cualquier posible condición.

1.5 El escenario económico internacional y la aceptación general del proceso de gobernanza configurarán, en última instancia, el posterior debate en torno a un futuro tratado global sobre el clima. Este proceso contará con el impulso de las principales potencias económicas. La UE ha de estar plenamente preparada para asumir su función de «líder por medio del ejemplo» en todo el mundo. Sin embargo, la UE también debe tener cuidado de no perder su actual papel de liderazgo indiscutible en materia de cambio climático y desarrollo tecnológico. Se necesita un análisis (imparcial) más profundo para llevar a cabo una valoración global del Protocolo de Kioto, con todas sus ventajas e inconvenientes, y se deberán extraer las lecciones correspondientes con vistas a diseñar el acuerdo de 2015. El Quinto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), previsto para 2014, también servirá a este fin.

1.6 Sigue existiendo un consenso científico generalizado en el sentido de que sería totalmente inaceptable permitir un incremento térmico global por encima de dos grados respecto de los niveles de 1990, así como sobre la necesidad de estabilizar, en torno a los niveles actuales, los índices de gases de efecto

) DO C 376, 22.12.2011, pp. 110-116. ( 2 ) DO C 161, 6.6.2013, pp. 77-81.

ES Diario Oficial de la Unión Europea 6.3.2014

invernadero en la atmósfera. Para lograr esto, se requiere una fuerte reducción de las emisiones nocivas para el clima. Sin embargo, el nivel de los gases de efecto invernadero sigue aumentando año tras año, mientras que los esfuerzos por limitar las emisiones, aunque felizmente aumentan en muy alto grado, van muy por detrás de lo que sería necesario para lograr esa estabilización. Por todo ello, la nueva ronda de negociaciones ha de fijarse como objetivo general imprimir una mayor urgencia al proceso y garantizar unos compromisos y acciones mucho más ambiciosos por parte de todos los países y todos los componentes de la sociedad.

Hay que analizar pormenorizadamente los intereses de las partes negociadoras y detectar las sinergias ya en la fase de preparación para evitar los posibles conflictos de intereses y avanzar sobre la base de dichas sinergias. Se deben fundamentar unas medidas y objetivos ambiciosos y realistas en el consenso, recurriendo a la interacción con quienes están llamados a llevar a la práctica las distintas acciones. A la vez que se recomiendan medidas y objetivos, unos incentivos positivos podrían facilitar la aceptación general y garantizar una ejecución exhaustiva.

Esta circunstancia solo podrá materializarse a través de una evaluación transparente y completa de la efectividad, los costes y...

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