Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Contribución de la sociedad civil al desarrollo de una política alimentaria integral en la UE» (Dictamen de iniciativa)

SectionDictamen de propia iniciativa
Issuing OrganizationComité Económico y Social

11.4.2018 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 129/18

Ponente: Peter SCHMIDT

Decisión del Pleno 23.2.2017 Fundamento jurídico Artículo 29, apartado 2, del Reglamento interno Dictamen de iniciativa Sección competente Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente Aprobado en sección 21.11.2017 Aprobado en el pleno 6.12.2017 Pleno n.o 530 Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) 131/3/7

1.1. El CESE reitera su llamamiento para que se desarrolle una política alimentaria integral en la UE, cuyos objetivos sean crear dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles, vincular la agricultura a la nutrición y los servicios de los ecosistemas y garantizar cadenas de suministro que salvaguarden la salud pública de todos los grupos de la sociedad europea. Una política alimentaria integral para la UE debería mejorar la coherencia entre los diversos ámbitos políticos relacionados con los alimentos, restablecer el valor de los alimentos y promover una transición a largo plazo desde el productivismo y el consumismo alimentarios hacia una «ciudadanía alimentaria».

1.2. El marco político actual de la UE no es el idóneo para facilitar la transición a unos sistemas alimentarios más sostenibles que permitan garantizar la aplicación efectiva de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y del derecho a la alimentación y el resto de los derechos humanos. Aunque puede que los marcos políticos en vigor hayan logrado abordar con éxito algunos problemas concretos, no ofrecen la coherencia global necesaria para hacer frente a los diversos desafíos que, según las previsiones, deberán afrontar en el futuro los sistemas alimentarios mundiales y de la UE. El CESE hace hincapié en que los actuales instrumentos políticos de la UE han de reajustarse y armonizarse para hacer posibles unos sistemas alimentarios sostenibles desde una perspectiva medioambiental, económica y sociocultural. Asimismo, el CESE reitera que una política alimentaria integral deberá ser complementaria —y no sustituir— a una PAC remodelada (1).

1.3. El CESE hace hincapié en la necesidad de mantener una cultura que valore la importancia nutricional y cultural de los alimentos, así como su impacto social y medioambiental. En este contexto, la enorme variedad de alimentos y especialidades regionales y locales con que cuenta la UE constituye un activo real y, como tal, debe aprovecharse en mayor medida. Una política alimentaria integral debería favorecer un mayor aprecio de los alimentos por parte de los consumidores, impulsar la prevención y la reducción del desperdicio de alimentos y contribuir a alinear y reajustar el precio de los alimentos con otros valores. En particular, debería garantizar precios justos para los productores para que la agricultura siga siendo una actividad viable.

1.4. El CESE insiste en que todas las partes interesadas del conjunto de la cadena de suministro de alimentos tienen un papel que desempeñar en la elaboración de un marco global, a fin de lograr una distribución equitativa a lo largo de la cadena. Ningún sector puede alcanzar este objetivo por separado. Una política alimentaria integral debería encauzar el poder del sector minorista y la industria para acelerar la transición de los consumidores hacia la sostenibilidad. La transición a sistemas alimentarios sostenibles requiere, asimismo, que los consumidores de alimentos se conviertan en ciudadanos alimentarios activos. Esto significa también que una política alimentaria integral debe velar por que el sector agroalimentario europeo esté en condiciones de vender a niveles de calidad que mantengan su posición como opción preferida de la gran mayoría de los consumidores.

1.5. El CESE es consciente del creciente número de iniciativas que se han emprendido a nivel regional y local para promover sistemas alimentarios alternativos. Estas iniciativas establecen vínculos más estrechos entre productores y consumidores, crean oportunidades para las empresas locales y nuevos empleos y restablecen el nexo entre las comunidades y sus alimentos. Asimismo, el CESE destaca el papel de las ciudades en el desarrollo de unas políticas alimentarias más integradas. Una política alimentaria integral debería fundamentarse en una gobernanza común a todos los niveles —local, regional, nacional y europeo—, promoverla y desarrollarla. Esto crearía un marco que facilitaría que estas iniciativas prosperen, independientemente de su escala.

1.6. El CESE pide un nuevo sistema inteligente de etiquetado de los alimentos sostenibles. Las políticas se han centrado en las declaraciones nutricionales y otras declaraciones de propiedades saludables, pero el CESE observa que existe una creciente preocupación por la falta de información de los consumidores sobre el impacto ambiental y social de los productos alimenticios. La industria alimentaria es consciente de que puede hacer frente a los impactos ambientales hasta cierto punto pero, en última instancia, es necesario implicar a los consumidores y debe proporcionárseles información.

1.7. A fin de contribuir a establecer un marco integral que aglutine las políticas de la UE que guardan relación con la alimentación, el CESE propone, a corto o medio plazo, crear un grupo de trabajo intersectorial e interinstitucional, en el que participen las distintas Direcciones Generales de la Comisión y otras instituciones de la UE. Este grupo de trabajo sería responsable de elaborar un plan de acción sobre la sostenibilidad alimentaria, con el objetivo de ayudar a la UE a alcanzar los ODS relacionados con los alimentos. El plan de acción debería aplicarse mediante un proceso participativo que incluya a todas las partes interesadas de la cadena de suministro de alimentos, a la sociedad civil y a los investigadores. El CESE sugiere que se organice y desarrolle un espacio para que la sociedad civil pueda implicarse y participar activamente en este proceso.

1.8. En concreto, el CESE recomienda la elaboración de un «cuadro de indicadores de la alimentación sostenible en la UE», ya que permitiría abordar los retos que plantean los sistemas alimentarios a través de un enfoque plurianual, promoviendo de este modo la armonización de las políticas en los distintos niveles de gobernanza. El cuadro de indicadores proporcionaría indicadores y, por lo tanto, impulsaría y supervisaría los progresos realizados en el cumplimiento de los objetivos fijados.

1.9. A más largo plazo, y en función de las conclusiones del grupo de trabajo, el CESE anima a la Comisión a que examine la viabilidad de crear una Dirección General de Alimentación, que funcionaría como centro fundamental de las competencias de la UE en el ámbito de la políticas relacionadas con la alimentación y que, en caso necesario, se erigiría en impulsora de la regulación, la legislación y el cumplimiento. Esta estructura podría replicarse en todos los Estados miembros de la UE mediante el establecimiento de ministerios de Alimentación específicos.

2.1. En su reciente Dictamen exploratorio sobre el tema «Sistemas alimentarios más sostenibles», elaborado a petición de la Presidencia neerlandesa de la UE en 2016, el CESE hizo un llamamiento en favor de una política alimentaria integral que promueva una transición hacia unos sistemas alimentarios más sostenibles y asegure una mayor coherencia de los objetivos de las políticas relacionadas con los alimentos (por ejemplo, en los ámbitos de la producción agraria sostenible, las dietas saludables, la protección del medio ambiente, unas relaciones comerciales más justas, etc.). Este Dictamen se basa en sus recomendaciones para seguir desarrollando el razonamiento y la visión de un marco integral.

2.2. Entretanto, también ha cobrado impulso un enfoque más holístico de la política alimentaria. Las Naciones Unidas han declarado el presente decenio como Decenio de Acción sobre la Nutrición, reconociendo así la necesidad de remodelar los sistemas alimentarios para conseguir una mejor nutrición y una dieta más sana. En su informe de septiembre de 2017 (2), el Grupo de Expertos de Alto Nivel del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial ha hecho hincapié en que se trata de algo imperativo. A nivel de la UE, el Comité de las Regiones ha aprobado recientemente un dictamen en el que pide una política alimentaria de la UE integral y sostenible, que vincule los distintos ámbitos políticos relacionados con los alimentos. El Grupo Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES Food) puso en marcha un proceso participativo de tres años al objeto de configurar una visión de la política alimentaria común para 2018, con la participación de grupos científicos, partes interesadas, organizaciones de la sociedad civil y responsables políticos. Numerosas iniciativas intersectoriales a nivel nacional, regional y local ya están cambiando los sistemas alimentarios europeos con la participación activa de la sociedad civil.

2.3. El CESE cree que la aplicación de los ODS en Europa es clave en el impulso para avanzar hacia un enfoque integral que englobe distintos ámbitos políticos (agricultura, salud, medio ambiente, comercio, desarrollo, innovación, etc.) y niveles de gobernanza (UE, nacional, local) y lograr modelos de producción y consumo de alimentos más sostenibles. El debate en curso sobre la política agrícola común (PAC) después de 2020 también brinda una oportunidad inigualable para...

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