Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Hacia una política alimentaria sostenible de la UE que genere empleo y crecimiento en las regiones y ciudades de Europa

SectionDictamen de propia iniciativa

17.8.2017 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 272/14

Ponente: Arno Kompatscher (IT/PPE), presidente de la Provincia autónoma de Bolzano y miembro de la Asamblea Regional

EL COMITÉ EUROPEO DE LAS REGIONES (CDR)

  1. pide una política alimentaria sostenible y global de la UE, que se diseñe democráticamente, cuente con una visión común a largo plazo, se base en los conocimientos científicos más recientes y esté en consonancia con el enfoque de gobernanza multinivel en el que se abordan la producción alimentaria y la nutrición de un modo más exhaustivo, promoviendo unas pautas de producción y consumo más sostenibles, estableciendo un vínculo entre los diferentes ámbitos de las políticas, entre otras, la producción alimentaria, agricultura, medio ambiente, salud, política de los consumidores, empleo y desarrollo rural, y fomentando el crecimiento y el empleo en las regiones y ciudades de Europa; pide al Parlamento Europeo y a la Comisión que pongan en marcha, junto con el CDR, un proyecto piloto para promover el desarrollo de una política alimentaria sostenible de la UE;

  2. subraya la necesidad de encontrar un equilibrio entre mantener la flexibilidad necesaria para evitar un planteamiento «válido para todos los casos» sobre la política alimentaria e impedir su nacionalización. Una mayor coherencia reglamentaria contribuirá a garantizar la seguridad de los consumidores, un funcionamiento eficaz del mercado interior y el respeto del principio de subsidiariedad;

  3. hace hincapié en la importancia de la integración vertical de las políticas alimentarias de acuerdo con criterios de sostenibilidad, a fin de garantizar la coherencia a nivel local, regional, nacional e internacional. Es notorio que los sistemas alimentarios y los aspectos conexos (medioambientales, sociales y económicos) tienen una dimensión local y específica. Por lo tanto, las ciudades y las regiones pueden desempeñar un papel clave a la hora de afrontar los retos de los sistemas alimentarios, y esto debe tenerse en cuenta al elaborar una política alimentaria sostenible de la UE;

  4. subraya la importancia de establecer una visión y una estrategia europeas globales para un suministro seguro, sano y sostenible de alimentos desde el punto de vista de la calidad, asequibilidad y cantidad y basado en criterios de sostenibilidad. Este tipo de política alimentaria de la UE debería basarse en un enfoque integral, que reconozca el carácter mundial de las cadenas de suministro alimentario e incluya la agricultura, la transformación de los alimentos, el medio ambiente y la salud. La Comisión debería velar por que toda la legislación y los incentivos financieros pertinentes de la UE sean coherentes con esta visión y estrategia;

  5. reitera el llamamiento en favor de una política alimentaria de la UE que promueva modos de producción sostenibles para la agricultura europea, con el fin de avanzar hacia el desarrollo de sinergias intersectoriales para la alimentación y el medio ambiente, incluidas las políticas agraria y pesquera, la política energética y climática, la política regional y la política de investigación (1);

  6. llama la atención sobre el hecho de que los valores de los ecosistemas no se tienen en cuenta de forma adecuada en las decisiones sobre los recursos naturales. En la actualidad, los costes medioambientales se externalizan en la producción de alimentos, dando lugar a una situación en que los alimentos producidos de forma más sostenible parecen más caros, sobre todo debido a unos costes de producción superiores; en cambio, el concepto de «servicios ecosistémicos» ofrece una oportunidad importante para desarrollar un marco político que respalde el uso racional de la biodiversidad y otros recursos naturales. Actualmente, los costes asociados con las enfermedades relacionadas con la alimentación, así como los daños causados al agua, el suelo, la fauna silvestre y el clima, se consideran externalidades. Como tales, estos costes no se tienen en cuenta en el precio final de los alimentos, con independencia de que se paguen indirectamente (y a menudo sin ser conscientes) por el conjunto de la sociedad. A este respecto, la Comisión Europea debería promover la aplicación de medidas que permitan reflejar el verdadero precio de los alimentos, al objeto de fomentar una economía sostenible;

  7. reitera la necesidad de reforzar los vínculos entre los distintos sectores relacionados con la alimentación, tales como la energía, la silvicultura, los recursos marinos, el agua, los residuos, la agricultura, y aspectos como el cambio climático, la ciencia, la investigación y el uso de...

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