Informe conjunto de 2015 del Consejo y de la Comisión sobre la aplicación del marco renovado para la cooperación europea en el ámbito de la juventud (2010-2018)

Sectioninforme
Issuing OrganizationConsejo de la Unión Europea

15.12.2015 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 417/17

El capital humano y social de los jóvenes es uno de los activos más importantes de Europa para el futuro. La Unión Europea y sus Estados miembros necesitan invertir en el potencial de destreza, creatividad y diversidad que representan 90 millones de jóvenes europeos.

La crisis económica ha afectado a los jóvenes de manera especialmente dura. Ha aumentado la brecha entre los que más y menos oportunidades tienen. Algunos jóvenes están cada vez más excluidos de la vida social y cívica. Y lo que es peor, algunos corren el riesgo de ver romperse todos sus lazos, quedar marginados e, incluso, ser objeto de procesos de radicalización violenta.

Por ello, la Comisión y los Estados miembros continuaron trabajando juntos en el período 2013-2015 para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, su integración en el mercado de trabajo, su inclusión social y su participación. Ante la creciente fractura socioeconómica, las políticas deben seguir abordando los graves problemas sociales a los que se enfrentan muchos jóvenes. Es preciso encontrar soluciones sostenibles para luchar contra el desempleo juvenil, reforzar la inclusión social y evitar la radicalización violenta. Esto requiere una cooperación más sistemática entre toda una serie de políticas a nivel de la UE y de los Estados miembros, tales como la política social, las políticas de empleo, educación, formación, no discriminación, ciudadanía (incluida la ciudadanía de la Unión) y juventud, pero también las de cultura, deporte y salud.

En 2016-2018, el marco para la cooperación en el ámbito de la juventud (1) debería perseguir el objetivo de empoderar a jóvenes con perfiles cada vez más diversos, especialmente los que estén expuestos al riesgo de exclusión. Debería ayudarles a encontrar empleos de calidad y a participar en la vida social. La financiación de la UE en el marco del programa Erasmus+ complementará la cooperación en lo que respecta a las políticas relacionadas con el trabajo en el ámbito de la juventud, las actividades voluntarias y la participación en la vida democrática. Otros instrumentos, como el Fondo Social Europeo (FSE) y la Iniciativa de Empleo Juvenil (IEJ), facilitarán financiación destinada a la integración de los jóvenes en el mercado de trabajo y al desarrollo de su capital humano.

La UE apoya el empleo, la empleabilidad y la inclusión social de los jóvenes, especialmente en el marco de su programa en favor del empleo, el crecimiento y la inversión y de la Estrategia «Europa 2020», así como a través de algunos de sus fondos, como Erasmus+, el Fondo Social Europeo y la Iniciativa de Empleo Juvenil.

Además, la UE apoya, coordina y complementa las acciones de los Estados miembros mediante un marco para la cooperación en el ámbito de la juventud de conformidad con los artículos 6 y 165 del TFUE. En el marco para la cooperación se insta a la UE y los Estados miembros a:

— crear más oportunidades para todos los jóvenes, en condiciones de igualdad, en la educación y en el mercado de trabajo, y

— promover la ciudadanía activa, la inclusión social y la solidaridad de todos los jóvenes.

A través de medidas que incluyen la recogida de datos, el aprendizaje mutuo y el diálogo con los jóvenes, el marco apoya la acción en ocho ámbitos: educación y formación, empleo y emprendimiento, salud y bienestar, participación, actividades de voluntariado, inclusión social, la juventud y el mundo, y creatividad y cultura.

El presente informe evalúa los progresos con respecto a los objetivos y prioridades del marco para la cooperación en el período 2013-2015, sobre la base de una evaluación de la situación de los jóvenes y las medidas adoptadas a nivel de la UE y de los Estados miembros.

Desde 2013, los efectos de la crisis han afectado con especial intensidad a los jóvenes. La transición de la niñez a la edad adulta se ha hecho más compleja e individualizada, una tendencia que se ha agudizado mucho desde 2008. Esta transición se caracteriza por cambios fundamentales —de la educación al trabajo, de ser financieramente dependiente a gestionar el propio presupuesto— y por una necesidad de autonomía que expone a los jóvenes a una situación de inestabilidad económica y social y a un entorno también inestable. Las políticas deberían acompañar a los jóvenes en este viaje y ayudarles a desarrollar todo su potencial.

Los datos siguientes ofrecen una instantánea de la situación de los jóvenes de 15 a 29 años de edad (3).

Los indicadores de educación muestran tendencias positivas. Aunque sigue habiendo diferencias importantes dentro de la UE, actualmente el abandono escolar prematuro está disminuyendo (4).

El porcentaje de titulados de la educación superior ha mejorado, pasando del 33,8 % en 2010 al 37,9 % en 2014 (5). Aunque la tasa de desempleo de la UE aumentó para quienes tienen estudios superiores, sigue siendo muy inferior a la de los que cuentan con el nivel educativo más bajo. Sin embargo, los primeros pueden sufrir también problemas de subempleo y de sobrecualificación con respecto a las oportunidades ofrecidas por el mercado de trabajo.

Muchos jóvenes crean redes sociales que combinan la conectividad global con las raíces locales: el 82 % participó en 2014 en redes sociales en línea. Los jóvenes participan en la política a través de nuevos canales, a menudo utilizando los medios sociales, pero tienden a votar menos que las generaciones anteriores. Sin embargo, muchos siguen siendo miembros activos de su comunidad local; en 2014, aproximadamente uno de cada dos pertenecía al menos a una organización y uno de cada cuatro realizaba actividades de voluntariado (6). Esta panorámica diferenciada de la participación de los jóvenes en la sociedad pone en entredicho la percepción actual del concepto de ciudadanía.

Muchos jóvenes tienen problemas para encontrar trabajos de calidad, lo que dificulta su independización. A pesar de la disminución observada en la mayoría de los Estados miembros después del máximo alcanzado en 2013, el desempleo juvenil sigue siendo motivo de grave preocupación: 8,7 millones de jóvenes europeos no logran encontrar trabajo (7), y la proporción de los que se enfrentan al desempleo de larga duración o trabajan a tiempo parcial involuntariamente sigue siendo elevada.

En total, 13,7 millones de jóvenes no están ni trabajando, ni estudiando o recibiendo una formación (razón por la cual se les ha denominado «ninis») (7). Alrededor de 27 millones están expuestos al riesgo de caer en la pobreza o la exclusión social. Las tasas de pobreza son más altas para los jóvenes que para la población en general y el trabajo a tiempo parcial involuntario o el empleo temporal prolongado exponen a esta generación a un riesgo de pobreza a largo plazo (8).

La inactividad, la pobreza y la exclusión no golpean a todos por igual. Los que empiezan la vida con menores oportunidades tienden a acumular desventajas. Los jóvenes que proceden de la inmigración, los que tienen un nivel educativo bajo o los que sufren problemas de salud tienen más posibilidades de convertirse en ninis (9). El desempleo de los jóvenes nacidos en la UE de padres inmigrantes es un 50 % superior al de los demás jóvenes de la UE (10).

Cada vez es más profunda la brecha entre los jóvenes que estudian, confían en encontrar un trabajo y participan en la vida social, cívica y cultural, por un lado, y los que tienen pocas esperanzas de tener una vida satisfactoria y que están en riesgo de caer en la exclusión o la marginación, por otro.

Estas fracturas amenazan con debilitar el tejido social y el crecimiento económico sostenible a largo plazo (11). El envejecimiento de la población en Europa hace todavía más necesaria y urgente la integración de todos los jóvenes (al tiempo que se respeta su diversidad).

Los jóvenes que se encuentran en el lado malo de esta línea divisoria tienen dificultades para expresar su opinión política. Cuanto menor es su nivel educativo o su participación en actividades sociales, menor es su participación en las votaciones, las actividades de voluntariado o las actividades culturales (12). Por ejemplo, los ninis tienen menos confianza en las instituciones públicas y participan menos en actividades sociales y cívicas que los demás jóvenes.

Todos los jóvenes merecen oportunidades justas y equitativas, pero esto requiere una inversión a largo plazo. En sus respectivos ámbitos de competencia, la UE y sus Estados miembros deben movilizar todas las políticas que pueden ayudar a mejorar las perspectivas de los jóvenes.

Para convertir los signos recientes de recuperación en crecimiento duradero y sostenible, la UE ha adoptado medidas destinadas a fomentar la creación de empleo, el crecimiento y la inversión, incluyendo medidas para ayudar a los jóvenes a volver a encontrar puestos de trabajo de calidad. La UE y los Estados miembros...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT