Resolución sobre «La contribución del Comité Económico y Social Europeo al programa de trabajo de la Comisión para 2020 y más allá»

• Section: Serie C
• Issuing Organization: Comité Económico y Social

11.2.2020 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 47/1

En su pleno de los días 30 y 31 de octubre de 2019 (sesión del 30 de octubre), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 170 votos a favor, 5 en contra y 9 abstenciones la presente Resolución.

1.1. En general, hay cuatro megatendencias que deben ocupar una posición central en las prioridades políticas de la nueva legislatura: digitalización, cambio climático y pérdida de biodiversidad, demografía y globalización. Estas megatendencias están cambiando la forma en que vivimos y trabajamos, y ofrecen enormes oportunidades, pero también crean nuevos retos (1). No obstante, el principal problema es la magnitud del cambio y la velocidad a la que se produce.

1.2. La UE y sus Estados miembros se han comprometido firmemente a aplicar la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París (2) y a impulsar su aplicación a escala mundial en todas sus acciones exteriores. Además, en diciembre de 2018, en paralelo a la COP24 (3), la UE y veinte Estados miembros firmaron la Declaración de Silesia sobre Solidaridad y Transición Justa, en la que subrayaron que resulta esencial tener en cuenta el aspecto social de la transición hacia una economía hipocarbónica para que la sociedad apoye los cambios que se están produciendo.

1.3. El mercado único sigue siendo un instrumento clave para la integración europea. Su rejuvenecimiento beneficiaría a Europa, haciéndola más sostenible y cohesionada. Por ejemplo, el mercado único digital ofrece oportunidades y debe desarrollarse para garantizar la competitividad de la UE mediante la creación de un entorno propicio para las nuevas formas de empresa que surgen en este mercado. Mientras tanto, la UE ha de garantizar que estas nuevas formas de empresa sean sostenibles, se expandan y permanezcan en Europa.

1.4. Tenemos que actuar en todos los niveles simultáneamente y crear una dinámica de acción para afrontar los urgentes retos económicos, sociales y medioambientales. El CESE considera que el desarrollo sostenible debe, por lo tanto, ocupar una posición central en el futuro de Europa (4) y pide una estrategia global de la UE hasta 2050 en materia de sostenibilidad para aplicar la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (5). Este cambio de paradigma requiere cambios en: a) la gobernanza, es decir, hacen falta mecanismos de gobernanza específicos para afrontar los problemas urgentes con mayor rapidez y abordar los asuntos complejos. El papel de dichos mecanismos consistiría en vincular los niveles de la UE y de los Estados miembros y no en reemplazar la acción en alguno de ellos; b) integrar los ODS en los procesos presupuestario y de seguimiento económico y social de la UE. A este respecto, el Semestre Europeo podría estar dotado de nuevos y mejores indicadores sociales, económicos y medioambientales mensurables y complementarios para supervisar y efectuar un seguimiento de todos los aspectos y los principios del pilar europeo de derechos sociales y de los diecisiete ODS.

1.5. En cuanto a la dimensión social, la UE puede enorgullecerse de su modelo social si se compara con los de otras regiones del mundo. No obstante, el progreso y los logros sociales en Europa no han de darse por sentado. En 2017, la UE confirmó su compromiso con el pilar europeo de derechos sociales. La aplicación de dicho pilar y la forma de avanzar son fundamentales para lograr que la formulación de políticas de la UE y de los Estados miembros sean coherentes y se refuercen mutuamente, con vistas a crear un nuevo consenso en torno a una estrategia económica y social sostenible para cumplir su promesa de trabajar en pro de un crecimiento económico equilibrado y un progreso social que redunden en un mayor bienestar de sus ciudadanos (6).

1.6. La UE debe mejorar sus políticas y acciones a fin de garantizar la igualdad de género y otras formas de igualdad, además de garantizar que todas las personas que sufran cualquier forma de discriminación tengan las mismas oportunidades en la sociedad.

1.7. Para hacer frente a las prioridades actuales y futuras en materia social, económica y medioambiental, el CESE aboga por un presupuesto de la UE ambicioso y mejor orientado que refleje la voluntad de responder a los retos de la UE que podrían convertirse en oportunidades, dando así un nuevo proyecto a la Unión. Por tanto, el CESE pide un control de adecuación del marco financiero plurianual (MFP).

1.8. La participación estructurada y regular de la sociedad civil y el diálogo civil desempeñan un papel central en el fomento de la sostenibilidad en todas sus dimensiones —económica, social y medioambiental—, por lo que se requiere un mandato claro para la contribución de la sociedad civil al desarrollo, la ejecución y el seguimiento de la estrategia. El CESE acoge con satisfacción el nuevo impulso a la democracia europea propuesto por la presidenta electa de la Comisión, Ursula von der Leyen, y está preparado para desempeñar plenamente su papel en la conferencia propuesta sobre el Futuro de Europa.

1.9. El diálogo social ha de seguir desempeñando un papel central en la elaboración y aplicación de políticas y medidas enfocadas al mercado laboral que ayuden eficazmente a las empresas y los trabajadores. Dados los importantes retos que plantea una transición justa hacia una economía ecológica y un crecimiento sostenible, la participación de los interlocutores sociales es fundamental para tener en cuenta información pertinente y alcanzar un consenso sobre las acciones que han de acometerse. El diálogo social y la negociación colectiva son una condición previa para lograr transiciones justas, mejores empleos y una renta digna, así como para combatir el dumping social.

1.10. El CESE respalda la equidad fiscal y la lucha contra el fraude, la evasión fiscal, el blanqueo de dinero y las prácticas financieras de los paraísos fiscales; un objetivo común de las instituciones de la UE, los gobiernos y las empresas debe ser trabajar juntos para establecer mecanismos eficaces, como las dos Directivas contra la elusión fiscal.

1.11. Por ello, el programa de trabajo de la Comisión para 2020 y las prioridades y actividades propuestas exigirán ajustes en los objetivos, posiciones y métodos de trabajo de la Comisión. Todas sus políticas internas y externas deben ser coherentes y estar en consonancia con los ODS, de modo que se tengan debidamente en cuenta los principios de eficiencia, subsidiariedad, proporcionalidad y sostenibilidad.

1.12. Con el fin de presentar propuestas concretas para el programa de trabajo de la Comisión para 2020, el CESE ha tenido en cuenta las orientaciones políticas de la próxima Comisión Europea (2019-2024), presentadas en julio de 2019 por la presidenta electa de la Comisión Europea (7).

1.13. La nueva composición de la Comisión, anunciada el 10 de septiembre, refleja las prioridades y ambiciones expuestas en dichas orientaciones políticas y se articula en torno a la necesidad de abordar los cambios climáticos, tecnológicos y demográficos que están transformando nuestra forma de vivir y trabajar.

2.1. Se constata la necesidad patente de una nueva estrategia económica europea: un discurso positivo de la evolución futura de la economía de la UE en el resto del mundo que contribuya a reforzar la resiliencia de la Unión a las perturbaciones económicas y mejorar la sostenibilidad —económica, social y medioambiental— de su modelo económico, restaurando así la confianza, estabilidad y prosperidad compartida por todos los europeos. Partiendo de los avances logrados en los últimos años, esta estrategia podría sentar las bases para una integración económica, fiscal, financiera, social y política más estrecha, la cual es necesaria para alcanzar los objetivos del mercado único y de la unión económica y monetaria europea, tal como se establece en el artículo 3 del TUE.

2.2. La UE solo puede basarse en una estrategia que sea sólida desde el punto de vista económico y robusta desde el punto de vista de su sostenibilidad social y medioambiental. La dimensión medioambiental debe garantizar que se respeten los «límites del planeta»y que los recursos naturales no se utilicen en exceso, de modo que siga siendo posible un uso sostenible de estos recursos a largo plazo y que la biodiversidad esté protegida de manera eficiente (8). La actividad empresarial contribuye a crear las condiciones necesarias para el desarrollo medioambiental y de la sociedad, así como para la competitividad sostenible. Las empresas europeas están listas para desempeñar su función y asumir sus responsabilidades junto con los trabajadores y las partes interesadas. Europa debe crear un entorno para las empresas que ayude a estas últimas prepararse para un futuro en el que los aspectos sociales y medioambientales formarán parte integrante del mundo empresarial, y que ofrezca condiciones propicias y favorables para hacer negocios, de forma que las empresas puedan crecer de manera sostenible y generar así una redistribución posterior de la riqueza. Esto también puede adoptar la forma de más puestos de trabajo de calidad, mejores oportunidades de empleo y derechos vinculantes.

2.3. El mercado único, en todas sus dimensiones económicas, sociales y medioambientales, es el elemento esencial de la integración europea y contribuye en gran medida a la economía social de mercado europea. No obstante, debe completarse, revitalizarse y actualizarse a fin de convertirse en un mercado único digital. Es necesario hacer hincapié en la creación de condiciones favorables para el desarrollo de diversas formas de empresa (incluidos los nuevos modelos económicos), la digitalización, la innovación y las oportunidades transfronterizas. Es preciso reforzar su funcionamiento y garantizar que existe el pleno compromiso de someterlo a una mayor integración. Por ello, el mercado único debe tener la capacidad de generar un desarrollo económico y una innovación sostenibles, atraer inversiones, apoyar a los...