Respuestas de la Comisión a las preguntas escritas

Sectioncomunicación
Issuing OrganizationComisión de las Comunidades Europeas

15.11.2018 ES Diario Oficial de la Unión Europea C 415/26

Si bien nuestra asociación es sólida y fundamental para el crecimiento de la ACP y de los países de la Unión, me gustaría recordar que el eje principal de nuestra relación es eminentemente económico. A menudo se atribuye una importancia menor que a los asuntos económicos a cuestiones delicadas, como el respeto por los derechos humanos, el Estado de Derecho, la democracia, la gestión de los flujos migratorios, el crecimiento sostenible o la reducción de la pobrezas.

Por este motivo, ¿considerará la Comisión la necesidad de alcanzar un acuerdo más amplio que no se limite al crecimiento económico, sino que conceda una mayor relevancia a los elementos mencionados anteriormente, sujetos al principio de condicionalidad

El nuevo acuerdo está concebido como un acuerdo integral que abarca diversos aspectos relativos a la relación entre la Unión y los 79 países ACP, incluida la dimensión económica.

Las cuestiones relacionadas con los derechos humanos, las libertades fundamentales, la democracia, el Estado de Derecho y la buena gobernanza, así como la migración y la movilidad, continuarán ocupando un lugar central de la asociación; así lo refleja el mandato de negociación de la UE, en el que constituyen prioridades estratégicas.

A nuestro parecer, el Acuerdo debe incluir disposiciones por las que las Partes reiteren su compromiso de promover, proteger y respetar los derechos humanos y libertades fundamentales, que son universales e indivisibles; así como de promover los valores de la democracia, la buena gobernanza, el Estado de Derecho y los principios de no discriminación, igualdad y solidaridad. Asimismo, las Partes se comprometerán a convertir la migración y la movilidad en una oportunidad y a abordar los retos en estos ámbitos de forma conjunta.

Los Acuerdos de Asociación Económica (AAE) son un elemento fundamental del Acuerdo de Cotonú entre la Unión y los países ACP. Sin embargo, los términos de estos acuerdos favorecen los intereses de la Unión y, a menudo, van en detrimento de las economías de los países socios. Para impulsar el desarrollo sostenible, es fundamental garantizar unas condiciones comerciales justas propicias para la aparición de cadenas de suministro locales que generen valor añadido en los países ACP. Históricamente, ningún país se ha desarrollado a raíz de una liberalización del comercio llevada a cabo tal como solicita la Unión.

¿Tiene previsto la Comisión revisar el marco del diseño y la aplicación de los AAE para garantizar condiciones comerciales justas para los países ACP

El Acuerdo de Cotonú establece como objetivos generales la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible y, como los elementos esenciales, la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho. Asimismo, prevé la cooperación para el desarrollo, incluida la ayuda para el comercio. La Comisión ha propuesto que estos elementos continúen constituyendo el marco de los AAE.

Además, la Comisión comparte los objetivos de fomento de la capacidad de suministro y el valor añadido en las regiones y países ACP. Los Acuerdos de Asociación Económica contribuyen a alcanzar estos objetivos a través de la creación de oportunidades de comercio e inversión, normas de origen flexibles y la ayuda al desarrollo específica. No obstante, si bien los acuerdos comerciales pueden establecer los incentivos adecuados, no pueden generar actividad económica por sí mismos. Por este motivo, se están diseñando enfoques integrales para la inversión sostenible y la creación de empleo a escala regional y nacional, con arreglo al nuevo Consenso Europeo sobre Desarrollo y a la Estrategia de la UE de ayuda al comercio actual.

Para observar de qué modo se alcanzan estos objetivos, la Comisión supervisa la aplicación de los AAE. De la misma forma, existen disposiciones relativas a la revisión periódica de los Acuerdos de Asociación Económica para estudiar su aplicación, que se ejecutan en colaboración con los países socios y con la participación de las partes interesadas.

Ahora que la configuración y los objetivos de la iniciativa china «One Belt One Road» (BRI) se perfilan de forma más clara, la Comisión Europea está elaborando una estrategia de conectividad para Asia como respuesta.

Dado que la BRI también está claramente dirigida a países de África y, por lo tanto, repercutirá en las relaciones ACP-UE, ¿se plantea la Comisión elaborar una estrategia similar para África De ser así, ¿con qué objetivos

En caso contrario, ¿qué medidas se están adoptando para poder mitigar los efectos de dicha iniciativa o aprovechar las oportunidades en los países a los que atañe

La Estrategia Global de la UE (1) reconoció el creciente peso económico de Asia y solicitó un enfoque coherente en relación con los impulsos de conexión de China hacia occidente.

La Unión ha estado trabajando para crear una estrategia europea que conecte Europa y Asia, en primer lugar con una comunicación conjunta, que debería ir seguida de las conclusiones del Consejo.

Esta estrategia perfilará una visión europea de conectividad y asociación con la región y abarcará la normativa en materia de diálogo político y ayuda técnica y financiera en los ámbitos de los transportes, las redes eléctricas, los enlaces digitales e los intercambios interpersonales. Asimismo, aspira a lograr una conectividad sostenible, ayudar a los países a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los del Acuerdo de París sobre el clima.

Para ello, se pondrán en marcha mecanismos financieros que combinen el diálogo político con incentivos económicos públicos y con la movilización de capital privado.

En el plano geográfico, la Comunicación conjunta se centrará en Europa y Asia, pero tendrá un alcance mundial: una mejor gestión económica y un aumento de la inversión en estas zonas tendrán una repercusión mundial positiva.

La iniciativa «China's Belt and Road Initiative» despertó grandes expectativas sobre África como una posible plataforma para grandes proyectos de infraestructura, en consonancia con la Agenda de 2063 de la Unión Africana, para promover el desarrollo en el continente.

Debido a la falta de un marco transparente y de información acerca del compromiso de China en África, evaluar el impacto de la BRI en África sigue siendo un reto, al igual que implicar a China en mecanismos para la coordinación ya existentes. La Unión está fortaleciendo sus asociaciones con varios socios a fin de mejorar los planteamientos cooperativos relativos a la conectividad y de proporcionar nuevas herramientas para hacer frente, por ejemplo, al riesgo de deuda y a la evaluación de impacto de proyectos de inversión.

De forma paralela, la Unión desea alcanzar un compromiso bilateral con China a través del establecimiento previsto de un diálogo sobre cuestiones relativas al desarrollo, y ha reiniciado el diálogo con África. De esta forma, es posible llevar a cabo un intercambio más pormenorizado en relación con los respectivos enfoques sobre desarrollo y África.

Los documentos de trabajo que elaboró la Comisión como parte de la evaluación intermedia de los Instrumentos de Financiación Exterior muestran que un porcentaje elevado de la financiación asignada todavía no se ha desembolsado. Los procedimientos se han simplificado pero continúan siendo complejos. Esta situación podría restar credibilidad a la Unión dado que, en ocasiones, nuestros socios creen que no deseamos desembolsar la financiación asignada.

¿En el próximo marco financiero plurianual, podría la Comisión proponer un programa de comunicación y formación dirigido a los actores locales y centrado en cómo elaborar solicitudes De esta forma, nuestros socios podrían cumplir más fácilmente los requisitos relevantes...

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