Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Fomento del empleo ecológico sostenible en relación con el paquete de medidas de la UE sobre la energía y el cambio climático« (Dictamen de iniciativa)

SectionResoluciones, recomendaciones y dictámenes

ES Diario Oficial de la Unión Europea 11.2.2011

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Fomento del empleo ecológico sostenible en relación con el paquete de medidas de la UE sobre la energía y el cambio climático«

(Dictamen de iniciativa)

(2011/C 44/18)

Ponente: Edgardo IOZIA

El 16 de julio de 2009, de conformidad con el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema

Fomento del empleo ecológico sostenible en relación con el paquete de medidas de la UE sobre la energía y el cambio climático

La Sección Especializada de Transportes, Energía, Infraestructuras y Sociedad de la Información, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 1 de junio de 2010.

En su 464 o Pleno de los días 14 y 15 de julio de 2010 (sesión del 14 de julio), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado, por 146 votos a favor, 4 en contra y 10 abstenciones, el presente dictamen.

Síntesis del dictamen

Quiero mostrar que invirtiendo en tecnologías respetuosas con el clima e impulsoras de la eficiencia energética obtendremos beneficios económicos. Las oportunidades son inmenConnie Hedegaard, Comisaria de Acción por el Clima

La primera parte del tercer milenio ha comenzado con nuevos interrogantes sobre el futuro del planeta. Los riesgos relacionados con el cambio climático que se está produciendo, el aumento de la demanda mundial de energía, el agotamiento en un plazo relativamente breve de las fuentes tradicionales y la mayor conciencia de los ciudadanos, que reclaman medidas adecuadas para afrontar y mitigar los efectos negativos de las emisiones de gases de efecto invernadero, determinan la necesidad de revisar el modelo de desarrollo, reducir el consumo y aumentar la utilización de fuentes alternativas y renovables que contribuyan a reducir las emisiones. Las políticas europeas deberán centrarse en el desarrollo de una Europa verde, social y

La necesidad de reforzar la seguridad de aprovisionamiento y de reducir la dependencia de regiones políticamente inestables o competidoras, junto con un cambio progresivo de la combinación energética a favor de las energías limpias y renovables, hacen pensar que la nueva economía verde será un factor de desarrollo sostenible y aumento del empleo, que contribuirá a un nuevo equilibrio económico, social y medioamCon el presente dictamen, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) se propone el objetivo de analizar las perspectivas del empleo ecológico sostenible y determinar los instrumentos idóneos para apoyar y fomentar estos «empleos verdes

Para evaluar los efectos de estas nuevas políticas es preciso tener presente el «saldo» entre los nuevos empleos y los

viejos que se suprimen, los llamados «empleos negros» (minas de carbón, construcción y mantenimiento de centrales eléctricas tradicionales, etc.). Estos procesos de cambio deben ir acompañados de políticas específicas para la protección de la renta, formación y reconversión profesional. La nueva economía verde debe ser considerada por los trabajadores y los ciudadanos como una gran oportunidad, debe integrar los principios del trabajo digno y actuar como motor de un desarrollo social, medioambiental y económicamente sostenible.

1.6 Una estrategia europea de transición hacia una política económica e industrial con pocas emisiones de gases de efecto invernadero debería basarse en el diálogo entre los gobiernos, los interlocutores sociales y la sociedad civil sobre los cambios económicos e industriales y las inversiones en tecnologías adecuadas para crear empleos verdes nuevos y dignos, así como en nuevas competencias verdes.

1.7 Para el éxito de esta estrategia es indispensable la participación de las autoridades nacionales y locales, las empresas y los sindicatos en un diálogo constante para verificar las repercusiones en el empleo y el mercado laboral. No se conseguirá ningún avance sin la participación de los interlocutores sociales y de la sociedad civil organizada. El CESE acoge favorablemente la creación de una Dirección General de Acción por el Clima (CLIM), que debería coordinar las políticas tanto interiores como exteriores de la Unión sobre la mitigación y la adaptación.

1.8 El CESE considera indispensable establecer un instrumento permanente de consulta para prever los efectos de la transición socioeconómica, coordinar las actividades de los consejos sectoriales y reforzar el diálogo entre los interlocutores sociales y las autoridades públicas. La Agencia de Medio Ambiente también debería asumir la responsabilidad de la efectiva «trazabilidad» de las emisiones, abarcando todos los niveles de la producción y el transporte, conforme al método del ACV (análisis del ciclo de vida), tal como está regulado por

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las normativas ISO de la serie 14040 y definido en el Libro Verde COM(2001) 68 y en la Comunicación COM(2003) 302 sobre la Política de Productos Integrada, y como se sugiere también, al menos de forma indirecta, en los reglamentos europeos EMAS (761/2001/CE) y Ecolabel (1980/2000/CE).

La Unión debe desempeñar un papel crucial en el fomento de los empleos verdes. Por lo que se refiere a las inversiones, se debería impulsar una política de apoyo a las actividades y los sectores y asumir un compromiso conjunto con los Estados miembros para adoptar una legislación estable, que disminuya apreciablemente las cargas administrativas y tome siempre en consideración las necesidades de las pymes. Por lo que se refiere al mercado laboral, convendría poner en marcha programas específicos para apoyar la formación profesional, pero sobre todo la reconversión profesional de los trabajadores amenazados por las transformaciones industriales, que podrían perder su empleo actual o su nivel de ingresos. Los Estados miembros, mediante incentivos fiscales dirigidos a las empresas y los usuarios y la utilización de fondos procedentes de las subastas de derechos de emisión (ETS), deben apoyar la eficiencia energética y las inversiones en energías renovables, así como en investigación y desarrollo. En este momento de crisis, en particular, una política de este tipo resulta urgente y necesaria.

Los contratos públicos deben desempeñar un importante papel. Más del 15 % del PIB europeo se genera mediante contratos públicos. Las cláusulas favorables a los productos y servicios ecológicamente sostenibles podrían inducir al mercado a incrementar con mayor rapidez las inversiones en innovación

La Unión en su conjunto gasta todavía poco en investigación, tanto a nivel comunitario como nacional: menos del

% del PIB, frente al 2,6 % de Estados Unidos y el 4 % de Japón. Europa necesita mayores inversiones en I+D, y es fundamental orientar esa investigación hacia una sociedad con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.

El mayor potencial de desarrollo reside en todas las actividades y empleos tradicionales, que pueden hacerse más ecológicos. Para ello resulta fundamental el papel de la sociedad civil. La educación medioambiental para las jóvenes generaciones, la formación profesional, la comunicación y la información a las empresas, los trabajadores y los ciudadanos son actividades propedéuticas y fundamentales para el desarrollo de una nueva economía verde. El CESE está activamente comprometido en el apoyo a estas actividades mediante el proyecto Pinocchio.

Por su parte, el mundo agrícola podría aportar una contribución sumamente importante, tanto con la transformación de los modelos productivos como con el desarrollo de la agrosilvicultura y el cultivo de las biomasas. La protección del territorio y del medio ambiente sitúa a la agricultura y a sus organizaciones en un primerísimo primer plano para una gran campaña de concienciación e información sobre las ventajas de la nueva economía verde.

La biomasa representa de lejos la fuente de energía renovable más importante: los datos de 2008 subrayan a nivel

europeo un predominio decisivo de las fuentes energéticas biogénicas sobre todas las demás energías renovables. En la UE 27, dos tercios de la energía primaria renovable (es decir, el 66,1 % sobre un total de aproximadamente 6 200 PJ) se producen mediante la biomasa.

1.15 En un periodo de dificultades económicas y limitada disponibilidad de capital es preciso concentrar los esfuerzos en un número...

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